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El rey Juan Carlos, entre los "indignados" y su salud

La imagen del monarca da que hablar en España. La salud como secreto de Estado. Cómo lo afectan las protestas. Fotos.

Juan Carlos I de España fue abucheado en un estadio.
| cedoc

En España dicen que la expresión en el rostro del rey Juan Carlos no es la misma de siempre. La figura del hombre siempre activo, simpático y popular ahora se esconde detrás de una fachada taciturna, triste, apesadumbrada. "Da la sensación de que quien ha sido definido como «el mejor de los Borbones» ha iniciado una parsimoniosa despedida, ha marcado los primeros compases de un largo adiós”.

"Es incuestionable que no es el rey que hasta ayer mismo ha tenido España”, dicen los comentaristas. La salud del monarca español viene dando señales de debilidad tras su operación de pulmón, el año pasado. Las reiteradas ausencias del monarca de actos importantes y sus pocas actividades públicas desataron serias especulaciones.

Para los funcionarios de la Casa Real no hay problemas de salud, descartan que el rey esté recibiendo medicación especial, y restan importancia a las manchas que presentó en los ojos hace unos meses. Reconocen, eso sí, que el rey aumentó de peso, que camina cada vez más encorvado, y que presenta visibles "dificultades de locomoción”.

Consultado por Perfil.com, el periodista español José Apezarena nos menciona los comentarios históricos que afirman que "los Borbones envejecen mal”. "Lo que ha ocurrido con el rey”, nos detalla, "es que se ha hecho viejo de pronto”. Acostumbrado el público español a verle siempre tan animado, simpático y activo, la intervención quirújica y otros achaques "han provocado la sensación de que algo más grave estaba ocurriendo”.

Apezarena niega que exista algo realmente inquietante en la salud del rey: "Nada distinto a que tiene ya 73 años y que sus articulaciones no funcionan bien. Y, de hecho, ha emprendido viajes de larga duración sin mucha dificultad. Otra cosa es que a partir de ahora va a dejar de participar en competiciones de vela, un deporte que era su gran pasión”.

El rey se somete a diario a una dura sesión de estiramientos, lo que le permite mejorar estas dolencias y aguantar muchas horas en pie, cuando los actos oficiales lo requieren. Además, la Casa Real reconoce que el rey no oye bien y usa audífonos desde hace 10 años. El secreto fue revelado porque un fotógrafo descubrió al rey entrando en una clínica para hacerse una audiometría, porque de lo contrario no se habría informado.

La salud del monarca se mantiene como un secreto de Estado y no hay ninguna legislación que obligue a informar sobre su estado físico, pero últimamente comenzó a hablarse de la salud del rey con más frecuencia, rompiéndose así uno de los últimos tabúes de la sociedad española.

Como reconoce Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional al diario El País, "la salud del Rey es una cuestión de Estado en una monarquía parlamentaria como la española, donde el Rey lo es de manera vitalicia”. "Al tratarse de una figura pública", agrega Carrillo, "debe de facilitarse información, sobre todo porque en la Constitución se contempla la posibilidad de que el Monarca abdique, entre otras causas, por su salud”.

El único síntoma de los momentos que vive la familia real con respecto al estado del rey es que el príncipe Felipe -heredero del trono- se muestra cada vez más activo en asuntos oficiales.

Desde la operación pulmonar del rey, Felipe sustituye a su padre en diferentes actos oficiales, y desde entonces los rumores de una posible "jubilación” del rey son cada día más fuertes. Una reunión privada celebrada, hace algunas semanas, entre el rey y sus tres hijos -Felipe y las infantas Elena y Cristina- hizo aumentar las conjeturas de que algo está cambiando en la familia real española.

(*) Especial para Perfil.com.

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