En un auto común y con las ventanas bajas, Francisco recorrió las autopistas de Río de Janeiro, luego de aterrizar en esa ciudad minutos antes de las 16 horas.
El primer papa latinoamericano, pero el tercero en visitar Brasil, llegó al país con más católicos del mundo para presidir la la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se realizará del 23 al 28 de julio.
Rousseff en persona preparó un megaoperativo para garantizar la seguridad del Papa, que eligió trasladarse en un vehículo convencional por las autopistas hasta llegar a la Catedral metropolitana. Luego se subió a un papamóvil sin puertas, donde recorrió las calles de Río y saludó a los fieles.
Luego, el Papa partió en un helicóptero a las 17.45 desde el tercer Comando Aéreo Regional, en Castelo, hacia el palacio Guanabara, donde la jefa de Estado encabeza la recepción oficial.