Uno de los elementos de decoración más típicos de los jardines son los enanos de arcilla. Estos elementos generan reacciones dispares en cuanto a su agrado, pero sin lugar a dudas son fácilmente identificables en sus diversas formas y tamaños.
Los enanos de jardín nacieron en el año 1874 de la mano de Philipp Griebel en la localidad alemana de Gräfenroda, ubicada en el estado federado de Turingia. Tras años de tradición familiar su nieto, Reinhard Griebel, quiere jubilarse pero no tiene un sucesor que siga con el negocio que fundó su abuelo. Esto pone en peligro la producción de estos elementos decorativos centenarios.
"Su origen está en la minería. Representan a los mineros.Son un símbolo de laboriosidad. Los mineros llevaban un gorro hasta los hombros para impedir que se les metieran las piedras”, explicó a Deutsche Welle Reinhard Griebel.
La producción de estos enanos apenas varió desde su origen. Primero la arcilla líquida con la que se elaboran tiene que secarse durante algunas horas, para después cocerse a más de 1000 ºC. Finalmente, arranca el laborioso proceso de pintarlos a mano.
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Por más que sean germanos, no todos los alemanes comparten la misma devoción por estos gnomos. Algunos los heredaron y les da pena deshacerse de ellos pero reconocen que nunca se comprarían uno. Otros directamente afirman que les genera cierto rechazo. Sin embargo, todavía existen aquellas personas que aman a estos pequeños hombrecitos y le hacen encargos a Reinhard Griebel.
“Estoy poniendo todo mi empeño en que continúe el negocio de los gnomos del gorro colorado. Cuando miras a esos chico pensás: ¿cómo se van a extinguir? Sería una verdadera pena”, lamentó el nieto de su fundador.
B.D.N.