Con la ausencia de la mitad de los jefes de Estado convocados al encuentro, comenzó la XXI Cumbre Iberoamericana en Asunción, Paraguay. Entre los "faltazos" se destacaron los de los presidentes de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Venezuela y Uruguay.
La comitiva argentina estuvo encabezada por el canciller Héctor Timerman, quien agradeció especialmente a sus pares por impulsar la aprobación de una declaración en apoyo a los reclamos de la Argentina sobre las Islas Malvinas.
En tanto, sí se hizo presente el presidente del Gobierno de España, José Luis Zapatero, en lo que será una de sus "despedidas" de América Latina como mandatario español.
Hasta último momento el rey de España habría intentado, sin éxito, convencer a los mandatarios latinoamericanos de que asistieran a la cita. Según informa el diario El País, Juan Carlos llamó por teléfono a Cristina para felicitarla por la reelección y pedirle que fuera, e hizo tratativas con Lula Da Silva para que influyera sobre su sucesora Dilma.
Los objetivos de la Cumbre. Entre las consignas propuestas para esta edición, los representantes de los 22 países que asisten aprobaron el borrador de la llamada "Declaración de Asunción".
Ese borrador será discutido y puesto a consideración de los mandatarios mañana.
El canciller de Paraguay, Jorge Lara Castro, afirmó que el documento fue adoptado por consenso y define el espacio iberoamericano como "resultado del trabajo de múltiples y variados actores de la sociedad".
Entre las propuestas contempladas en el documento, se prevé un plan de acción y la estrategia de cooperación que dará "gran impulso" a programas de cooperación mediante una "mayor articulación, coordinación y concentración de acciones relevantes con el acervo acumulado".