El subsecretario de Estado para el hemisferio occidental Arturo Valenzuela convocó al embajador ecuatoriano en Estados Unidos, Luis Gallegos, para comunicarle la decisión, informó el vocero del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet. Gallegos debe abandonar Estados Unidos lo antes posible.
Además de la expulsión, se cancelaron las conversaciones bilaterales de alto nivel previstas para junio, dijo el portavoz.
“Estados Unidos está interesado en una relación positiva con Ecuador, pero la decisión injustificada y lamentable de declarar persona no grata a la embajadora Heather Hodges tendrá que tomarse en cuenta de ahora en adelante”, señaló.
El presidente Rafael Correa, en entrevista con radio Corape, señaló que “no es sólo el honor del presidente Correa, es el honor del país”. “La embajadora de Estados Unidos por todos los medios trataba de desprestigiar al gobierno ecuatoriano, por simple política internacional, porque no tienen qué reprocharnos'', fustigó.
“Buscaremos la solidaridad regional porque América Latina... dejó de ser el patio trasero y no es colonia de nadie”, agregó.
Correa sostuvo que Hodges “recibía información (de corrupción en la policía de Ecuador) y la mandaba a su gobierno. Eso es deslealtad, eso es mala fe, eso no se puede aceptar”. A cambio, sostuvo, debió haberla hecho conocer previamente al canciller o al presidente ecuatorianos.
La embajada ecuatoriana en Washington difundió una declaración del canciller Ricardo Patiño, en la que confirma la expulsión de Gallegos.
“Esperamos que en unas semanas podamos retomar los diálogos con Estados Unidos y pasar este momento” agregó.
Por su parte, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, calificó como "absolutamente explicable" la decisión del gobierno de Estados Unidos de pedir la salida del embajador Luis Gallegos. "Conocíamos la posibilidad de esta reacción, diplomáticamente es lo que se acostumbra a hacer", aseguró Patiño antes de ingresar a una reunión con el presidente Rafael Correa.