La coalición liderada por Estados Unidos que combate a Estado Islámico reclamó ayer que Rusia cese sus ataques contra la oposición en Siria y que se centre en luchar contra los milicianos islamistas. En un comunicado conjunto, EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania, Qatar, Arabia Saudita y Turquía manifestaron su “profunda preocupación” por los bombardeos de Moscú, “que causaron bajas civiles y no tenían como objetivo a EI”. El documento sostiene que las acciones de Rusia constituyen una “escalada” del conflicto y sólo acarrearán más extremismo. Sin embargo, el texto no logró abortar diez nuevos ataques lanzados por Moscú.
El presidente Barack Obama aseveró ayer que las acciones rusas son “una receta para el desastre”, porque no distinguen entre Estado Islámico y la oposición moderada suní. “Con Vladimir Putin hablamos de la necesidad de una transición política en Siria. No se puede rehabilitar a Al-Assad”, afirmó.
En tanto, el mandatario ruso se reunió ayer en París con François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel. Durante la cumbre buscaron una salida a la crisis siria y dialogaron sobre la situación en Ucrania. El presidente francés le advirtió que, si se mantiene como interlocutor del jefe de Estado sirio, “no habrá progresos” para la solución del conflicto. “Putin siempre ha apoyado a Al-Assad, pero la situación no es poner a Al-Assad de un lado y a Estado Islámico del otro. En medio hay muchos grupos de oposición dispuestos a ir a un proceso político y que deben ser la prioridad de nuestro trabajo”, aseguró Hollande. Merkel, por su parte, destacó que tiene que hallarse una solución política porque una respuesta militar no es suficiente.
Las potencias occidentales no reclaman ya, como lo hacían al principio de la crisis, una salida inmediata del presidente sirio. Lo que exigen es que no forme parte del proceso de transición, moción que es rechazada tajantemente por el Kremlin.