INTERNACIONAL
Crisis migratoria en la UE

Fotos | El drama de la inmigración ilegal desborda Europa

<strong>Por Daniel Amoedo Barreiro | </strong>La pobreza, las guerras y el terrorismo los empujan a una trágica aventura.

Los cajones de los inmigrantes fallecidos tras el naufragio ocurrido cerca de Lampedusa, que dejó un saldo de 368 muertos
| AFP

Las cifras hablan por sí solas. En lo que va de año, ya murieron más de 2.000 personas intentando alcanzar las costas de Europa, el nuevo "dorado" para gran parte de la población del norte de África y Oriente próximo. Y es que un lugar en donde al menos exista paz es ya de por sí atractivo suficiente como para lanzarse a una aventura que puede tener un trágico final.

Los inmigrantes y refugiados que se lanzan a la conquista de la fortaleza europea, tienen que atravesar una larga odisea repleta de peligros e inseguridad. Entre las amenazas más complejas, existe las bandas criminales, los grupos terroristas que operan en la zona y los tratantes de blancas, que entre las miles de féminas desesperadas pueden seleccionar "material " a placer para esclavizar sexualmente.

De hecho, las mujeres son las que peor la llevan. Su exposición al peligro es doble, ya que no sólo se ven expuestas a los riesgos que acechan a todos los migrantes por igual, sino que, por su condición de mujeres, se ven seriamente afectadas por la posibilidad de que sean captadas por las numerosas redes de trata que operan en la región.

Una vez que lo más afortunados logran alcanzar las costas de África y Asia, se enfrentan a un nuevo desafío: lograr que las mafias no los engañen robándoles el poco dinero con que llegan. Una vez que se consigue negociar con las mafias, el nuevo reto consiste en subirse en una embarcación resistente, lo suficiente como para alcanzar las costas de europa o al menos ser avistada por alguna lancha que patrulle el estrecho y se apiade de la precaria embarcación escoltándola hasta tierra firme.

Muchos migrantes mueren en el mismo trayecto en barco. La falta de comida o agua potable, o la decisión del capitán del barco de tirar por la borda algunos pasajeros para aligerar el peso (generalmente los que se encuentren enfermos), o incluso el abandono del barco en pleno trayecto por parte del patrón, son sólo algunas de las razones que pueden llevar a la muerte de los migrantes y refugiados en el mar.

La mayoría de refugiados e inmigrantes que han perdido la vida intentando llegar a Europa a través de la ruta mediterránea lo han hecho cerca de la costa de Libia.

Lampedusa enciende las alarmas

Lamentablemente, tuvo que ser una de las más grandes catástrofes humanitarias la que llamó la atención de Europa sobre el drama de la inmigración ilegal y la impulsó a la acción. Tras el fatídico suceso ocurrido en Lampedusa en octubre de 2013, que dejó un saldo aproximado de 368 muertos, Italia puso en marcha la operación Mare Nostrum, que desplegaba su marina en un radio de hasta 120 kilómetros y que tuvo excelentes resultados.

En coordinación con los servicios sociales, la intervención Mare Nostrum logró salvar las vidas de más de 150.000 personas y los fallecimientos en el mar se volvieron anecdóticos. Pero la esperanza de que se pusiera fin de una vez por todas al despliegue de muertos en el mar, duró poco. Los recortes económicos unido a los recelos entre los diferentes países de Europa, que se niegan a reconocer el drama de la inmigración como un problema de la UE en su conjunto, puso fin a la operación.

Hoy en día existe otra actualmente en marcha, denominada Tritón, que cuenta con la financiación de toda la UE. Pero ésta nada tiene que ver con su antecesora, ya que cuenta con un presupuesto mucho menor y con un radio de alcance de sólo 48 kilómetros a partir de las costas de Italia. Como era de esperar, tras disiparse el efecto mediático vuelven a caer los muertos a cuentagotas. La operación actual no cuenta con los recursos necesarios como para poder hacer frente al aluvión de inmigrantes ilegales que llegan a las costas.

Video de Channel four news demostrativo de la presión policial a la que se somete a refugiados e inmigrantes en las fronteras de Europa (concretamente Macedonia).


Un fenómeno sin posibilidad real de solución

En lo que va de año, fallecieron ya más de 2.000 personas intentando cruzar la estrecha franja de agua que separa África de Europa. Claramente, la crisis migratoria no se trata de un hecho aislado y temporal, sino que responde a factores mucho más profundos, que Europa ha venido ignorando conscientemente desde hace años.

La injerencia de occidente en la región, es causa directa de mucho de los males que hoy afectan a varios países del norte de África y Oriente próximo. La colocación sistemática y conveniente de dictadores corruptos y la posterior desestabilización de sus gobiernos mediante varias intervenciones fallidas -sean estas diplomáticas o militares-, son sólo algunas de las causas que explican el actual drama migratorio que vive Europa.

Mientras se siga considerando a la inmigración como un mero problema de protección de fronteras y sólo se destinen fondos para la militarización de las mismas, poco se resolverá. El problema es profundo y requiere de una intervención seria y comprometida en la región, con implementación de políticas de desarrollo sostenibles en los países de donde proceden los migrantes y refugiados.

Las soluciones que se barajan actualmente -la posibilidad de realizar bloqueos navales o una hipotética militar intervención en Libia (otra más)-, significarían simples parches a un problema que requiere soluciones reales y de fondo. Solo cuando los países que integran la UE dejen sus recelos de lado y se pongan a trabajar conjuntamente en una propuesta integral y consensuada, recién ahí se podrá vislumbrar una solución efectiva para acabar con la sangrante situación actual.

 

Las cifras de la tragedia