INTERNACIONAL
ELECCIONES departamentales

Francia: Le Pen acaricia un triunfo que la acerca al Elíseo

El Frente Nacional se convertiría en la primera fuerza política y quedaría cerca de conquistar el poder en 2017. Hollande, en crisis.

Adelanto. A la dirigente del FN le asignan más del 30% de los votos para la primera vuelta.
| AFP

Desde París

El Frente Nacional (FN), de extrema derecha, que dirige Marine Le Pen, se prepara para convertirse en la primera fuerza política de Francia y usar ese trampolín para lanzarse a la conquista del Palacio del Elíseo en 2017.

Las encuestas para la primera vuelta de las elecciones departamentales, que comienzan hoy, le acuerdan entre 28% y 32% de los votos, en igualdad con la Unión para una Mayoría Presidencial (UMP), del ex presidente Nicolas Sarkozy. El Partido Socialista (PS) reuniría entre 19% y 21%, pero –contabilizando a sus aliados radicales y ecologistas– llegaría a 26%.

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Aunque la consulta se decidirá el próximo domingo, esta primera vuelta permitirá hacer un recuento globular a nivel nacional. El ballottage del 29 de marzo, en cambio, determinará cuántos distritos gana cada partido. La radiografía, de todos modos, será incompleta porque no votan dos grandes ciudades como París y Lyon, ni los cinco departamentos de ultramar. La interpretación de los resultados también será parcial por un ausentismo de 40% a 45%.

Si bien se trata de una consulta de interés local en los 2.054 cantones surgidos del mapa electoral rediseñado en 2014, 78% de los electores anticipó que votará pensando en promover o castigar a los tres grandes líderes nacionales.

Desde que llegó al poder en 2012, el gobierno fue derrotado en todas las elecciones municipales, europeas y senatoriales, así como en 7 de las 14 legislativas parciales. Ahora, el presidente François Hollande prevé que perderá al menos la mitad de los sesenta departamentos que controlaba.

Esa sanción resultará paradójica, teniendo en cuenta que –después de tres años de ajuste– empiezan a vislumbrarse los primeros resultados: tras el magro crecimiento de 0,4% registrado el año pasado, se espera un PIB a 1,1% en 2015 y 1,7% en 2016, el desempleo está estabilizado en 10% de la mano de obra activa y los déficits, en proceso de reducción. La caída del precio del petróleo y el repliegue del euro frente al dólar pueden darle un impulso inesperado a la economía francesa, pero los resultados no se ven y Hollande arrastra una impopularidad del 69%.

Esta elección también es crucial para Sarkozy. Desde que regresó a la política, en septiembre de 2014, no consigue controlar la UMP, ni aplicar su línea política, ni imponer la disciplina interna. Sin una clara victoria de su partido, tendrá enormes dificultades para perfilarse como candidato indiscutido para 2017.

Para Marine Le Pen, todo resultado superior al 25% que obtuvo en las europeas de mayo pasado será un éxito. Si llega en primera posición con 28% a 30% de votos, será un triunfo épico porque se tratará de la primera vez que un partido de extrema derecha se convierte en la mayor fuerza política de Francia. En ese caso, contará con la legitimidad y la fuerza para lanzarse a abordaje del Palacio del Elíseo.