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Grecia vuelve hoy a las urnas por tercera vez en ocho meses, en un proceso en el que despunta como primer favorito el ex primer ministro Alexis Tsipras, que espera imponerse aunque deberá recurrir a una coalición, tras la pérdida de consenso que golpeó al líder de izquierda después de la decisión de renunciar e ir a otra votación.
Se trata de una compulsa que los griegos viven con cierto desinterés y desilusión, incluso en esta época de vigilia, convencidos de que, más allá de cuanquier resultado en las urnas, el peso de la crisis y la austeridad no se aligerará.
Los últimos sondeos muestra a Syriza, el partido de izquierda de Tsipras, ligeramente por delante de los conservadores de Nueva Democracia. Pero aun si el ex primer ministro logra alzarse con una mayoría relativa, o si gana el Partido Conservador liderado por Vangelis Meimarakis, en los próximos días Grecia estará obligada a formar un gobierno de coalición, ya que es poco probable que haya un ganador con amplio margen.
Tanto Tsipras como Meimarakis se han comprometido a cumplir con los ajustes de un nuevo y exigente plan de rescate internacional.
“Estamos haciendo historia, estamos llevando adelante a Grecia”, tuiteó el líder griego, cuyo partido lleva leve ventaja sobre sus rivales, los conservadores de Nueva Democracia, según los últimos sondeos publicados el viernes. En cuanto a la tercera posición, se decidirá entre los neonazis de Amanecer Dorado, el socialista Pasok, el centrista To Potami y los comunistas (KKE).
Grecia entró hoy en jornada de reflexión antes de ir mañana a las urnas.
En la sede de Syriza, en la plaza Koumoundourou, hay “satisfacción” por la convocatoria que tuvo el acto del viernes en Atenas, sobre todo por el respaldo con la presencia de líderes políticos europeos, principalmente Pablo Iglesias, de Podemos de España.
Meimarakis aconsejó a los griegos que desconfíen de Syriza, cuyos siete meses de gobierno fueron “un experimento que salió caro”.
“¿Conocen a algún otro primer ministro que haya cerrado un acuerdo, lo haya traído al Parlamento, lo haya votado y firmado y luego diga que no cree en él?”, se preguntó el líder conservador en la entrevista, refiriéndose al nuevo rescate financiero del país, el tercero desde 2010.
Indecisos. Las elecciones anticipadas de hoy están enmarcadas por un alto grado de indecisos y de posibilidades de numerosas abstenciones, por lo que Tsipras ha pedido insistentemente a los ciudadanos que acudan a las urnas. “Es necesario que no se pierda ni un solo voto”, asegura el líder de Syriza. Y acota: “La abstención no es una decisión antisistema, es lo que desea Nueva Democracia”.
En Grecia el voto es obligatorio, con excepciones que dependen de una serie de factores, pero en la práctica no se multa al que infringe la ley.
A todos ellos se dirigió Tsipras con especial atención en la recta final de su campaña, consciente de que la indecisión daña más a Syriza que a Nueva Democracia, que tiene un arraigo de voto mucho más elevado.