El presidente Luiz Ignacio da Silva (o Lula como todo el mundo lo conoce) tiene la particularidad de poder asimilar distintas realidades e ir adaptándose a ellas. Por ejemplo, luego de ir al Foro Económico de Davos durante varios años seguidos y ser el más aplaudido, esta vez prefirió quedarse en Brasil y participar del Foro Social Mundial que justamente se realizó en su país. Pero lo notable es que su gobierno se ha hecho conocido por practicar un liberalismo ortodoxo en los mercados de capitales, aunque se debe decir también que ha puesto en práctica varias medidas populares.
Para el Foro Social que se realizó en Belem, el gobierno de Lula gastó casi 35 millones de dólares, según menciona el diario Herald Tribune. Esa cifra se usó, entre otras cosas, para traer a distintos grupos de casi 60 países, incluido comitivas de Bélgica y la India que quieren cambiar radicalmente la relación entre las distintas entidades financieras mundiales, como ser el FMI y el Banco Mundial y los países en vías de desarrollo o empobrecidos.
Lula ha tenido con el ex presidente Bush varias reuniones y una relación muy amigable, ya que ambos se vieron en distintas ocasiones tanto en el Brasil como en la Casa Blanca. Hace días, siguiendo con la misma tendencia, el nuevo presidente Obama lo ha llamado y lo ha invitado para que viaje a verlo a los Estados Unidos en marzo.
Lo notable es que mientras se hablaba de este encuentro, ayer Lula se mostró en un panel del Foro Social junto a varios de los líderes sudamericanos enfrentados con Estados Unidos. Recordemos que Venezuela y Bolivia han tenido cortocircuitos enormes con la nación del norte que llevaron inclusive a la expulsión de embajadores.
Para algunos banqueros y economistas internacionales, el “faltazo” de Lula a Davos es un “cachetazo” según observa el matutino inglés. Inclusive Lula, muy bienvenido en sus anteriores participaciones en la finísima ciudad suiza, ahora ha llamado a Davos “ un centro de jugadores que les gusta el casino" y afirmó que "las soluciones no vendrán de allí”, en referencia a los bancarios y la crisis financiera en el cual está sumido el planeta. Sin embargo, Brasil sí envió a Davos a su ministro de Relaciones Exteriores Celso Amorin y al presidente de su banco central, Henrique Meirelles.
Lula participó del Foro Social acompañado por gran parte de su gabinete, incluida su jefa de ministros, Dilma Rouseff, a la que ve como una sucesora de su gestión. “Creo que la crisis es muy severa” dijo el presidente brasileño ayer. “Nosotros vamos a invertir en la industria y no en los bancos, tal cual hicieron los países ricos” añadió. Y para terminar dijo que el FMI debería ahora también ser duro con Estados Unidos, tal cual lo fue con varios países latinoamericanos.
Su discurso ayer ante 100 mil personas logró que lo aplaudieran fuertemente. También dijo que “ahora pasamos del Dios Mercado al Dios Estado”, refiriéndose a la crisis y los paquetes de ayuda federal de Estados Unidos. “El descontrol de los mercados es el culpable de la crisis. La misma no empezó con la constitución de Evo o con el socialismo bolivariano de Hugo Chávez. La crisis empezó porque en los 80's y los 90's los capitalistas decían que el Estado no podía resolver nada” afirmó.
Lula viajaría a Nueva York en marzo, antes de ir a Washington, para presentarse ante un seminario de inversores. Y Hillary Clinton luego de que Barack llamara a Lula, se ha comunicado el lunes pasado con el canciller brasilero Celso Amorin, apenas ella fuera ratificada en su cargo.
También Obama podría visitar el Brasil durante los meses de invierno. Brasil ha firmado acuerdos de biocombustibles con los estadounidenses y hasta Barack en su llamado a Lula de 25 minutos, según trascendió, ha dicho que quiere coordinar con el brasileño la posición que ambos países tendrán en la próxima reunión del G-20 en Londres.
Es indudable que Lula tiene la posibilidad, y no es criticado internamente ni regionalmente, de tener un vínculo muy bueno con ambos ejes. Brasil es la décima potencia mundial económica según varios estudios, con un producto bruto que llega casi al trillón de dólares, y es por eso, que siendo un jugador regional muy importante, puede darse el lujo de marcar la cancha a su manera. Y quizás ahora con Obama, Lula pueda encontrar en el norte otro jugador muy parecido a su forma de pensar.
(*) especial para Perfil.com
