Agencias
El jefe de la policía del estado australiano de Victoria, comisario Graham Ashton, consideró ayer posible que el cardenal George Pell, ex arzobispo de Melbourne y de Sydney, y número 3 del papa Francisco, pueda ser inculpado formalmente por una serie de acusaciones de pedofilia en su contra.
Un programa de investigación emitido el miércoles por el canal ABC mostró a dos hombres, de 40 años, que denunciaron ante la policía de Victoria haber sufrido abusos sexuales de parte de Pell cuando era sacerdote en Ballarat y ellos alumnos de una escuela católica local.
El cardenal, ahora prefecto de la Secretaría para la Economía vaticana, se defendió y calificó de “conspiración” en su contra las denuncias. Ashton replicó en una entrevista en radio que el prelado es objeto de una investigación de una fuerza antipedofilia tras varias acusaciones formuladas en un largo plazo de tiempo. Además, sostuvo que podrían formularse cargos contra el cardenal, precisando que los investigadores esperan una opinión de la fiscalía sobre la continuación de la indagatoria. Pell debe ser interrogado por la policía y Ashton dijo que aún no se tomó una decisión sobre el eventual envío de investigadores a Roma.
Por su parte, Pell negó categóricamente las acusaciones, y dijo ser víctima de una “escandalosa campaña difamatoria y de un proceso mediático”.
El Vaticano aún no se pronunció sobre las investigaciones, que involucran al estrecho colaborador de Francisco