Con un empate técnico en todas las encuestas, los candidatos presidenciales Ollanta Humala y Keiko Fujimori cerraron el jueves por la noche en Lima sus campañas electorales con masivos mítines, a pocas horas de la segunda vuelta de las elecciones más reñidas en la historia del país, a la que están convocados 19 millones de peruanos.
Los actos de campaña tuvieron lugar en dos plazas del centro de Lima, a cinco minutos de distancia una de otra y, aunque primaron las acusaciones cruzadas, los comandos de ambos candidatos se coordinaron para no restarse protagonismo mediático. Al acto de Humala acudieron el ex presidente Alejandro Toledo y el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa; y al de Fujimori, los dos ex candidatos presidenciales Pedro Pablo Kuczynski y Luis Castañeda.
Humala, ganador de la primera vuelta del 10 de abril, aseguró que si llega al gobierno liderará la lucha contra la corrupción, garantizará un sistema de salud gratuita para los peruanos, así como beneficios para los jóvenes y un sueldo mínimo de 278 dólares. Con un núcleo de votantes de clases bajas y del interior del país, el candidato presidencial de la alianza nacionalista Gana Perú anunció que el crecimiento económico llegará a “los bolsillos de todos los peruanos” en su eventual gobierno.
En el corazón de la céntrica plaza Dos de Mayo, Humala aseguró que solucionará los más de 240 conflictos sociales del país, la mayoría generados por la falta de consulta a los pueblos originarios sobre la explotación de los recursos naturales en sus regiones. Además, el comandante en retiro del Ejército, de 48 años, pidió a los peruanos que tengan “memoria” sobre los hechos pasados en gobiernos anteriores y que “reflexionen”, en alusión al padre de su rival, el ex presidente Alberto Fujimori, varios de cuyos técnicos y políticos trabajan ahora con Keiko. Y, para cerrar el acto al estilo rock star, Humala se lanzó entre la multitud, que lo llevó en andas por la plaza.
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