Presuntos milicianos chiíes mataron a 46 suníes en una ciudad al norte de Bagdad, incrementando la cantidad de muertes por la reciente violencia sectaria allí a 63, anunciaron ayer las autoridades del país asiático.
Asimismo, al menos 10 personas murieron en una serie de ataques dinamiteros en Kirkuk, en el norte del país, incluyendo dos niñas que fallecieron cuando un hombre detonó los explosivos que llevaba en su cuerpo frente a un colegio secundario del centro de la ciudad, dijeron funcionarios policiales a la agencia AFP.
El ejército estadounidense, en tanto, reportó la muerte de un infante de la marina y cuatro soldados. El primero falleció el sábado en combate en la provincia de Anbar, un área suní ubicada al oeste de Bagdad. Tres soldados fallecieron por una bomba colocada en una carretera al sur de Bagdad, y otro murió en un ataque similar del viernes en la noche al suroeste de la capital.
La violencia sectaria comenzó el sábado en la noche en Balad y en las poblaciones aledañas y prosiguió hasta las primeras horas de ayer, y al parecer los asesinatos fueron una aparente venganza por la matanza de 17 chiíes, cuyos cadáveres decapitados aparecieron en un huerto de las afueras de Balad el viernes.
Balad está a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad. Las autoridades enviaron a la ciudad a más policías e impusieron un toque de queda, dijo el brigadier Abdul-Karim Jalaf, portavoz del ministerio del Interior. Asimismo se implementaron medidas de seguridad adicionales en otras poblaciones del área de mayoría suní, un semillero de la insurgencia que combate a las fuerzas iraquíes y extranjeras.
Las matanzas se sucedieron especialmente durante la noche y los cuerpos acribillados fueron trasladados al principal hospital de Balad en la mañana, de acuerdo con el director de ese centro médico que pidió no ser identificado por temor a represalias.
Un funcionario del ejército de la ciudad vecina de Tikrit que también confirmó las muertes, dijo que 63 personas fueron arrestadas bajo sospechas de haber participado en los hechos de violencia, entre ellas tanto suníes como chiíes.
En los ataques en Kirkuk, a unos 290 kilómetros al norte de Bagdad, otras cinco personas fallecieron cuando un atacante suicida apuntó a un convoy de una unidad dedicada a custodiar edificios e infraestructura del gobierno. Otros 10 resultaron heridas en el ataque, de acuerdo con el brigadier de la policía Sarhat Abdul-Qadir.
Tres personas más murieron y ocho resultaron heridas cuando un atacante suicida se inmoló en un mercado de la zona sur de la ciudad, dijo Abdul-Qadir.
En Bagdad, el subsecretario del ministerio del Interior Hala Shakir Salim sobrevivió a un ataque con una bomba colocada en una carretera en el que murieron otras siete personas, cuatro transeúntes y tres guardaespaldas, expresó el capitán de la policía
Mohamed Abdul-Ghani.
El ataque fue en el vecindario de Mustansiriya, en el este de la capital. El ministerio del Interior está a cargo de las fuerzas policiales.