afp/ap
Desde El Cairo
El gobierno de facto de Egipto estaría a punto de proscribir a los Hermanos Musulmanes, la mayor fuerza política islamista del país y sostén del derrocado presidente Mohamed Morsi. El Ministerio de Solidaridad Social se mostró ayer convencido de la necesidad de disolver a la Hermandad, que figura inscripta como una organización no gubernamental, y sus voceros adelantaron que los militares en el poder tomarán una decisión al respecto en los próximos días.
Una fuente responsable de esa cartera, citada por la agencia estatal de noticias Mena, explicó que la cofradía “ha infringido” la ley que regula el funcionamiento de las ONG, lo que es “suficiente para disolverla porque está prohibido que las asociaciones civiles actúen en política o formen milicias”.
La fuente negó que el ministro de Solidaridad Social, Ahmed al Barei, ya haya tomado la decisión final de disolver el grupo islamista, tal como había publicado ayer el diario oficial Al Ajbar.
Según el periódico, ya expiró el plazo que el gobierno golpista había dado a los responsables de la Hermandad para que dieran explicaciones sobre el supuesto uso de su sede para almacenar armas y explosivos y para disparar desde ese lugar contra manifestantes. Precisamente, el guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, enfrenta cargos por incitar a la violencia luego de que el pasado 30 de junio nueve personas murieran y otras noventa resultaran heridas frente a la sede de la cofradía en el barrio cairota de Al Muqatam.
El vocero del Ministerio, Hani Mahna, confirmó al diario que la decisión del ministro se anunciará en los próximos dos días en una conferencia para explicar las circunstancias del caso.
El martes, Al Barei aseguró en que los dirigentes de los Hermanos Musulmanes, muchos de ellos arrestados, fueron citados mediante notificaciones enviadas a la dirección de su sede y luego a sus domicilios, pero ninguno asistió.
Una comisión de jueces había aconsejado al Tribunal Administrativo de Egipto que disuelva a la Hermandad, creada por el ideólogo islamista Hasan el Banna en 1928 bajo el lema “El Corán es nuestra Constitución y el Profeta nuestro jefe”.