Esta nueva edición semanal del L'Osservatore Romano en lengua española lleva en su título de tapa “Pensar en un proyecto común” que adelanta su contenido atravesado por una mirada imprescindible que está llevando adelante el Papa Francisco. Se trata de una invitación a repensar desde la ética del Evangelio un mundo que presentará desafíos nuevos luego de la pandemia. En este sentido, este ejemplar publica en forma completa la reflexión escrita por el Sumo Pontífice, y que ha sido publicada el 17 de abril en la revista Vida Nueva bajo el título “Un plan para resucitar”. En ese texto, el Papa Bergoglio llama a contagiarse con los “anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad” para la reconstrucción en el día después de la pandemia. En ese mensaje, y tomando como base bíblica el relato del encuentro de María Magdalena con el Cristo resucitado (San Mateo 28,9), Francisco afirma que: “Si algo hemos podido aprender en todo este tiempo, es que nadie se salva solo. Las fronteras caen, los muros se derrumban y todos los discursos integristas se disuelven ante una presencia casi imperceptible que manifiesta la fragilidad de la que estamos hechos…Este es el tiempo propicio de animarnos a una nueva imaginación de lo posible con el realismo que solo el Evangelio nos puede proporcionar…En este tiempo nos hemos dado cuenta de la importancia de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral”.
Desde luego, y como es habitual, se transcriben en forma completa y oficial las Homilías y Misas en Santa Marta pronunciadas en esta última semana por el Santo Padre.
En dos artículos de reflexión que se incluyen en la página 7 de esta edición, la redactora Lorena Pacho acerca una mirada planetaria y ecológica de las consecuencias positivas de la pandemia. La columnista del periódico vaticano resalta que: “Las panorámicas tomadas desde el espacio muestran una reducción inédita de los niveles de contaminación atmosférica y una mejora en la calidad del aire a escala global”. En este sentido continúa diciendo que “Científicos de todo el mundo han comenzado a trabajar para crear análisis más detallados, a través de los datos terrestres, meteorológicos y otros modelos de estudio con el objetivo de interpretar las observaciones de los satélites. Esto ofrecerá una visión más completa sobre el impacto real que las restricciones de movilidad están haciendo sobre la calidad del aire”. En la misma página y afirmando que “En este tipo de pandemia en el que debemos orar y obrar en el Evangelio las distintas confesiones de fe, sabiendo que estamos en la misma barca y que nadie se salva solo”, el columnista protestante Marcelo Figueroa desarrolla lo que ha dado en llamar un “Decálogo de ecumenismo”. El mismo también es una invitación a renovar herramientas de encuentro de las religiones en una mirada de unidad en la diversidad necesaria para este tiempo y para el día después de la pandemia.
Finalmente, en la contratapa de esta edición, se comparte el mensaje del Papa Francisco en ocasión del Día de la Tierra y del quinto aniversario de su carta encíclica Laudato SI sobre el cuidado de la casa común. El mismo fue ofrecido continuando con las catequesis semanales, esta vez dedicada a la iniciativa de la ONU para sensibilizar sobre la necesidad de salvaguardar el planeta. En esa oportunidad, el Pontífice expresó que: “No hay futuro para nosotros si destruimos el ambiente que nos sostiene…Como la trágica pandemia de coronavirus nos está demostrando, solo juntos y haciéndonos cargo de los más frágiles podemos vencer los desafíos globales”. Francisco culminó afirmando que: “En este tiempo pascual de renovación, comprometámonos a amar y apreciar el magnífico don de la tierra, nuestra casa común y a cuidar a todos los miembros de la familia humana”.