La Fiscalía Federal de Brasil investiga la entrega de siete pasaportes diplomáticos a familiares del ex presidente Lula da Silva días previos a finalizar su mandato.
El pasaporte diplomático se concede sólo a presidentes, vicepresidentes, ministros, parlamentarios, jefes de misiones diplomáticas, magistrados de los tribunales superiores y ex gobernantes.
El nuevo canciller que asumió junto a la presidencia de Dilma Rousseff, Antonio Patriota, recibió una comunicación de los fiscales para que en un plazo de hasta 30 días informe si los pasaportes entregados a la familia de Lula ya fueron reintegrados.
En caso de que los documentos no hayan sido devueltos es posible el inicio de una acción judicial. Los pasaportes fueron entregados a Luiz Claudio Lula da Silva y Marcos Claudio, de 25 y 39 años, lo que va en contra de las normas brasileñas que expresan que el límite para conceder los documentos es hasta 21 años.
Asimismo, otros dos hijos y tres nietos del ex gobernante también habría recibido de forma ilícita pasaportes que permiten evitar colas en aeropuertos y aguardar el embarque en salas VIP, así como contar con algunas ventajas migratorias.
En enero Marcos Claudio Lula da Silva prometió devolver su pasaporte diplomático, pero eso no había ocurrido un mes después del anuncio, en febrero.
Según medios locales, el escándalo diplomático provocó gran malestar dentro de Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería del país vecino, ya que el ex ministro de Relaciones Exteriores Celso Amorim, que autorizó las emisión, recurrió a una cláusula que le permite estas concesiones "en función del interés del país", sin justificar tal decisión.
Para contrarrestar estas "licencias" especiales, el Gobierno brasileño emitió una ordenanza que establece todas las concesiones de pasaportes diplomáticos ahora contarán con el requisito de ser publicadas en la "Gaceta Oficial".
Este no fue el único cuestionamiento hacia el ex mandatario, ya que se le criticó que durante enero haya pasado sus vacaciones en una mansión del Ejército, en la ciudad de Guarujá, aún cuando dejó de ser Jefe de Estado.