INTERNACIONAL
Crisis política

Masivas protestas contra el presidente Merino y el Congreso paralizan Perú

Pese a la pandemia, miles de personas se congregaron tres días consecutivos en Lima tras la cuestionada destitución de Martín Vizcarra. Temen un escenario similar al de Chile.

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Violencia. La policía reprimió. Fueron reportados once heridos, uno de ellos de gravedad. Críticas de Human Rights Watch. | apf

Más detractores en las calles que los 5.271 votos que lo llevaron al Congreso y los 105 diputados que lo encumbraron en la presidencia. Ese fue el balance político que cerró esta semana el nuevo presidente de Perú, Manuel Merino, al darse cuenta de que el país no aclamó su meteórica ascensión política. Miles de manifestantes colmaron en tres jornadas consecutivas Lima y otras ciudades, repudiando la destitución el lunes del ex mandatario Martín Vizcarra, instigada por el propio Merino. 

El clamor desnudó la falta de legitimidad del nuevo Gobierno, del Congreso y de un sistema de partidos políticos que implosionó tras decenas de escándalos de corrupción. Siete de los ocho antecesores de Merino tuvieron problemas en la Justicia y cuatro fueron a prisión. 

#FueraMerino fue el hashtag elegido para convocar a la marcha, que tuvo como epicentro la Plaza San Martín, en la capital peruana. “El Congreso es la pandemia que nunca termina”, rezaba una de las consignas de los manifestantes. La ola de indignación popular recuerda el tsunami político que culminó con una Asamblea Constituyente en Chile y el “que se vayan todos” de la Argentina de 2001. La policía reprimió a los manifestantes, dejando once heridos, uno de ellos de gravedad, lo que motivó protestas de Human Rights Watch. El nivel de divorcio y desconexión entre el nuevo Gobierno y la sociedad quedó al desnudo cuando el flamante primer ministro, Antero Florez-Aráoz, aseguró no entender el fastidio de la población. “Hay que ver qué es lo que desean. Yo no lo entiendo”, aseguró.

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Las protestas acorralan a Merino, que tendría que gobernar hasta abril de 2021, cuando se celebrarán elecciones generales. “El presidente cuenta con el apoyo más relevante en términos institucionales, que es el del Parlamento y el de su nuevo gabinete. Lo que queda por ver es si este apoyo formal será suficiente para calmar las protestas”, afirmó a PERFIL el analista político José Carlos Requena, que destacó que hace muchos años que no había manifestaciones tan masivas en Perú.  

Vizcarra, destituido el lunes por “incapacidad moral”, subió aún más la temperatura, al asegurar que defenderá su inocencia en la justicia. “No voy a auto eliminarme”, afirmó, en alusión al suicidio del ex presidente Alan García. “Estoy abocado a los procesos que están en curso. Pero atento al acontecer nacional”, agregó. La Justicia le prohibió salir del país por 18 meses, mientras es investigado en una causa por presunta corrupción cuando era gobernador de la región de Moquegua.

Justicia. El Tribunal Constitucional tendrá el próximo miércoles la última palabra sobre la legalidad de la destitución de Vizcarra, al celebrar una audiencia sobre la facultad del Congreso para utilizar la “incapacidad moral” como un mecanismo para remover mandatarios. Pero las protestas ya desbordaron el cauce institucional y abrieron la caja de Pandora de una crisis política que se suma a una sanitaria y otra económica, provocadas por la pandemia.

La llegada al poder de Merino fue calificada por el diario La República como un “golpe de Estado. Vizcarra, de enorme popularidad pero sin partido político ni bancada legislativa, fue víctima de sus propios errores, al no saber canalizar institucionalmente los apoyos populares por su cruzada anticorrupción, que lo enfrentó con el Parlamento. 

La periodista Rafaella León, autora del libro Vizcarra. Retrato de un poder en construcción, afirmó que sería muy extraño que el ex presidente sea candidato a diputado en las próximas elecciones, como especuló la prensa limeña. “Quizá la gente no lo tomaría bien, no sólo porque se interpretaría como un modo de lograr inmunidad sino porque siempre ha deplorado el Congreso. Lo convirtió en su enemigo y en una plataforma en común con la población”, confió a PERFIL.

Repudio estructural. Las protestas de esta semana van más allá de Vizcarra y Merino. Son dirigidas contra un sistema político marcado por la corrupción y la puja entre poderes (Congreso versus Presidencia). La última jugada de Merino fue la gota que parece haber desbordado la paciencia de la ciudadanía, en momentos en que Perú registra más de 930 mil casos positivos de Covid-19 y 35 mil muertos. El milagro económico también sufrió un duro revés por la pandemia. Según el FMI, el PBI peruano caerá un 13,9% en 2020 y sufrirá la recesión más fuerte en la región después de Venezuela.

 

Inestabilidad

1 El presidente Pedro Pablo Kuczynski renunció en 2018, cuando el Congreso estaba a punto de destituirlo.

2 Asumió su vice, Martín Vizcarra, un dirigente sin bancada legislativa ni partido político. 

3 Vizcarra se enfrentó desde el primer día al Congreso, al fujimorismo y al APRA de Alan García. Impulsó una reforma política y otra judicial.

4 En septiembre pasado, el Parlamento intentó vacarlo del cargo, pero no logró la mayoría necesaria.

5 El lunes lo destituyó por “incapacidad moral”, basándose en una causa judicial que aún no concluyó. Asumió Manuel Merino.