La denominada Marcha de los Disidentes, convocada por la agrupación opositora La Otra Rusia, entre cuyos líderes se encuentran el ex campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov, llegó hoy hasta la histórica Plaza de Moscú, en medio de un fuerte operativo policial montado por el gobierno de Vladimir Putin.
La manifestación llevó como bandera la renuncia del actual presidente ruso, a quien acusan de liderar un gobierno cada vez más autoritario. En tanto que el mismo Putin ordenó el despliegue de unos 8.500 efectivos policiales, con el fin de custodiar la manifestación, y arrestaron al menos a unas cuarenta personas que se convocaron en la histórica plaza rusa.
Los organizadores aseguraron que la movilización contra la política del Kremlim contó con unos 4.500 manifestantes, mientras que la policía sostuvo que fueron alrededor de 2.500. Kasparov, uno de los principales líderes de la movilización, criticó la figura de Putin y calificó a Rusia como un Estado policíaco.
“Creo que hablar de una dictadura es probablemente prematuro, porque aún siguen vigentes algunas libertades y derechos cívicos. Pero indudablemente la sociedad rusa es autoritaria, un Estado policíaco donde el propio gobierno ni siquiera hace un intento de cumplir con sus propias leyes”, dijo el ex campeón. De esa manera, Kasparov exhortó a la canciller alemana, Angela Merkel, quien asumirá la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) el próximo 1º de enero, a no callar en caso de que se produzcan violaciones de los derechos humanos en Rusia.
“Esta es una manifestación de hombres libres”, dijo Kasparov, quien lidera el movimiento opositor Frente Cívico Unido y planea presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 2008. También el ex jefe de gobierno Mijail Kasyanov instó a la unidad con vistas a las elecciones parlamentarias de finales de 2007 y las presidenciales de 2008.
“La cúpula del Estado nos tiene miedo, porque por fin hoy hemos conseguido unirnos”, gritó Kasparov a la multitud. Pocos días antes de la manifestación la policía inspeccionó la oficina del ajedrecista en busca de “literatura extremista”.
Las pancartas de los manifestantes reclamaban la renuncia de Putin bajo la mirada de miles de policías que vigilaban la céntrica Plaza de la Victoria, el lugar autorizado para el evento. Algunos llevaban fotografías de la periodista crítica con el Kremlin Anna Politkovskaya, cuyo asesinato, en octubre, todavía no ha sido esclarecido.
Además, en una entrevista con el diario The Moscow Times, Kasparov comparó la Rusia de Putin con Chile en tiempos de Pinochet y con los regímenes comunistas barridos por las “revoluciones de terciopelo” en Europa del Este. “Nosotros no luchamos por ganar las elecciones, sino por poder tener elecciones”, que en Rusia han degenerado en un “mero nombramiento” de funcionarios, gobernadores y diputados por el Kremlin, afirmó.