Agencias
Washington y Jerusalen
Desafiando a Barack Obama, con el que ya no esconde sus diferencias en torno al proceso de paz en Medio Oriente, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, aceptó la invitación de la oposición republicana y se prepara para hablar el martes ante el Congreso norteamericano, para pedirle que detenga las negocaciones en torno al programa nuclear de Irán.
Netanyahu se ha ganado la ira de la Casa Blanca y de los congresistas demócratas al aceptar pronunciar lo que el periódico israelí Haaretz considera el “discurso de su vida”.
Comentaristas israelíes y responsables estadounidenses creen que su mensaje, dos semanas antes de unas elecciones en las que concurrirá por un tercer mandato consecutivo, podría hacerle perder el apoyo de legisladores norteamericanos.Algunos demócratas han anunciado que boicotearán el discurso.
“Las posibilidades de hacer fracasar el acuerdo (en las negociaciones con Teherán) dependen de si se logra convencer a dos tercios del Congreso. Con esta mayoría, el Congreso podría votar nuevas sanciones contra Irán pasando por alto el veto del presidente (Barack) Obama”, escribió el diario israelí Maariv.
“Cuando se aireó esta estratagema, el número de congresistas que (...) renunciaron a apoyar este procedimiento contra su presidente aumentó, y las posibilidades de éxito (del proyecto de Netanyahu) disminuyeron”, considera la publicación.
En Estados Unidos, una mayoría de dos tercios es necesaria en el Congreso para hacer pasar un texto a pesar del veto presidencial.
No lo recibirán. La ira de la Casa Blanca ante la iniciativa de Netanyahu (“destructiva para las bases mismas de las relaciones israelí-estadounidenses, dijo la consejera de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Susan Rice) se refleja en la agenda que cumplirá en Washington. Obama se ha negado a reunirse con el primer ministro israelí durante su visita, y tanto el vicepresidente, Joe Biden, como el secretario de Estado, John Kerry, estarán en el extranjero.
Irán y los países del grupo 5+1 (China, EE.UU., Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) retomarán el jueves en Suiza sus conversaciones para llegar a un acuerdo histórico que debería garantizar la naturaleza únicamente civil y pacífica del programa nuclear iraní, a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales que asfixian la economía de este país.
En este contexto, unas nuevas sanciones norteamericanas, como las que Netanyahu pedirá al Congreso, pondrían en peligro las negociaciones.
En vista de la cercanía de la fecha límite para el consenso político de este acuerdo, fijado en el 31 de marzo, las pretensiones de Netanyahu podrían resultar ineficaces, considera el Maariv.
“Será inútil”, dice Irán
Los esfuerzos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que denunciará el martes ante el Congreso de Estados Unidos un eventual acuerdo sobre el programa nuclear iraní serán “infructuosos”, aseguró ayer el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif.
“Es una política vieja, que creando miedos y profiriendo mentiras pretende impedir la calma en la región. Creo que este esfuerzo es infructuoso y no debe impedir un acuerdo” sobre el programa nuclear, declaró Zarif.
Según el canciller iraní, en las negociaciones ha habido “progresos notables” pero “siguen existiendo diferencias” y avisó que “Estados Unidos y los países occidentales deben entender que las sanciones son un obstáculo para llegar a un acuerdo”.