El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, volvió a sorprender este mediodía a los empleados y clientes de una cadena de comida rápida de un barrio popular de Washington, cuando llegó rodeado de colaboradores y agentes del servicio secreto para comprar una hamburguesa con queso.
Obama eligió un local de Five Guys para saciar su apetito y el de sus acompañantes. El menú fue el mismo para todos: hamburguesa con queso, pimientos jalapeños, lechuga, tomate y mostaza, acompañada con papas fritas. El costo total fue de 80 dólares, que el mandatario pagó en efectivo.
Antes de subirse a la limusina presidencial, Obama saludó y conversó con los curiosos que se le acercaban. Hace algunas semanas, el mandatario había hecho idéntica rutina en un local Ray's Hell Burger de Arlington, Virginia.