Brasilia - La Iglesia Católica perdió una batalla en Brasil contra la píldora del día después, ya que su distribución en los carnavales fue ratificada por la Fiscalía, y se ganó un choque frontal con el gobierno que la acusó de entrometerse en cuestiones de salud pública.
La polémica surgió con una acción de la arquidiócesis de Recife y Olinda (dos ciudades históricas del nordeste de Brasil con populares carnavales) que el lunes presentó un pedido ante la Fiscalía para impedir la distribución de las píldoras durante el Carnaval, alegando que este sería un método abortivo e incentivaría a los jóvenes a iniciarse en la vida sexual.
"La píldora no tiene ningún efecto abortivo, como la arquidiócesis argumenta, y su distribución no es ningún incentivo al sexo", dijo a la agencia internacional AFP la fiscal de la Salud Ivana Botelho, que decidió mantener la distribución de las píldoras.
La pelea de la archidiócesis llegó al gobierno, y el ministro de Salud, José Gomes Temporao, la acusó de interferir en cuestiones de salud pública.
"La alcaldía tiene razón y la Iglesia está equivocada, de nuevo (...) La píldora del día después es utilizada con orientación médica y es una cuestión de salud pública y no religiosa", dijo Temporao el domingo. Y añadió: "Lamentablemente, la Iglesia se aparta cada vez más de los jóvenes con ese tipo de postura".
La alcaldía de Recife anunció que los puestos de salud, incluídos unos móviles en zonas de festejos, distribuirán la píldora del día después (que puede ser usada hasta 72 horas después de una relación sexual, para evitar un embarazo) con el objetivo de "garantizar los derechos sexuales y reproductivos de la mujer que ha sido víctima de violencia sexual o que tenga una falla en el método anticonceptivo". Las interesadas pasan por consulta médica.
La arquidiócesis lo consideró una "aberración" y anunció una batalla judicial. El arzobispo, José Cardoso Sobrinho, amenazó con excomulgar a las fieles que la utilicen, reveló el diario de Pernambuco.
Fuente: AFP