Agencias
Brasilia
El Petrolão sigue dando dolores de cabeza al gobierno de Dilma Rousseff y a los grandes empresarios de la construcción. Odebrecht y Andrade Gutiérrez habrían liderado el esquema de sobornos en Petrobras, según señaló ayer el fiscal Carlos Fernando dos Santos. La revista Istoé, por su parte, reveló que la Comisión Investigadora del Congreso (CPI) tendría en su poder un archivo de la petrolera estatal que apuntaría contra la presidenta por la venta de activos en Africa.
La publicación reveló que esa operación habría sido avalada por Rousseff, cuando presidía el Consejo de Administración de la compañía. Los documentos serían “una mina de oro para la oposición”, según Istoé. La revelación sería un nuevo escándalo político para la mandataria, que alcanzó el 65% de desaprobación, según reveló ayer Datafolha. Esa cifra es la misma que tenía el ex presidente Fernando Collor de Melo antes de ser llamado a impeachment.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardoso, declaró ayer que no hay motivos para excluir a las empresas investigadas de futuras licitaciones de obras públicas. “Cualquier decisión del gobierno sin que haya concluido el proceso y sin que se garantice el principio de defensa es inconstitucional e ilegal. El gobierno respetará siempre la ley y la Cosntitución”, dijo el funcionario del gobierno de Rousseff. El juez Sergio Moro, a cargo de la investigación, había aseverado que los acusados podían reeditar los esquemas de sobornos en futuras licitaciones.
Esposados. En tanto, los empresarios Marcelo Odebrecht, presidente de la Constructora Norberto Odebrecht, y Otávio Marques Azevedo, directivo de Andrade Gutiérrez, declararon ayer en Curitiba ante la Justicia, tras ser detenidos el viernes. Esposados, llegaron al juzgado de Sergio Moro.
Según las pruebas recabadas por las autoridades y difundidas por el fiscal y por el comisario Igor Romário De Paula, Odebrecht y Andrade Gutiérrez “capitaneaban el esquema” dentro de la petrolera estatal. “La voz de Odebrecht en el cartel de empresas que operaba en Petrobras tenía poder de decisión”, declaró De Paula.
Esas dos compañías y otras 25 firmas de la construcción son investigadas por su supuesta participación en una red de corrupción enquistada en Petrobras, que durante la última década se alzó con 12.700 millones de dólares, según el Tribunal de Cuentas de Brasil. De acuerdo con la policía, las empresas obtenían contratos de Petrobras, que incluían sobreprecios, los cuales eran repartidos entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas. Según la fiscalía, “existen indicios concretos y muchos documentos que confirman que ellos tenían dominio de todo”. Además, esas maniobras serían una práctica habitual y extendida. Las dos empresas desmintieron en sendos comunicados su responsabilidad en el episodio, al tiempo que expresaron su disposición a colaborar con las investigaciones.
Por su parte, De Paula agregó que las detenciones constituyen “un mensaje claro de que la ley vale efectivamente para todos y de que no importa el tamaño de la empresa, el poder económico o la influencia en la sociedad” si se cometieron delitos.
Lula criticó a Rousseff y a su gabinete
Sorpresivamente, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva criticó con dureza la gestión de su sucesora y correligionaria Dilma Rousseff durante un encuentro con líderes religiosos celebrado el jueves en San Pablo, según publicó ayer el diario O Globo. En un artículo en el que citó frases textuales atribuidas al ex mandatario, señaló que durante el encuentro Lula comentó que era un “sacrificio” convencer a Rousseff de viajar por el país. Además, dijo que el gobierno, el Partido de los Trabajadores, su sucesor y él estaban en el “volumen muerto”, en alusión al nombre técnico dado a las reservas de los embalses paulistas, que atraviesan una grave crisis hídrica.
Lula dijo que el gabinete de ministros de Rousseff es un “gobierno de mudos”, que no salen a rebatir las críticas por la crisis económica y política, y por el escándalo de corrupción en Petrobras. Por esa situación criticó en particular al ministro jefe de la Casa Civil –jefe de Gabinete–, Aloizio Mercadante.
De acuerdo con el diario, Lula presentó un estudio en el que el PT es rechazado por 75% de los habitantes que viven en el cordón industrial de San Pablo, la región en la que nació el partido y el bastión del propio ex jefe de Estado.
Sin confirmar su posible candidatura para las elecciones de 2018, Lula opinó que el PT debe volver a los principios de izquierda y a la defensa de la gestión social.