Beirut - Los partidarios de la oposición libanesa dirigida por el Hezbollah chiita mantenían este miércoles por sexto día consecutivo una sentada, para obtener la dimisión del gobierno Siniora y la formación de una gabinete de unión nacional.
La coalición de la oposición, que reune a los dos partido chiitas pro-sirios, el Hezbollah y el Amal, además de la Corrriente patriótica libre (CPL del general Michel Aoun) y dos partidos pro-sirios, llamó a las organizaciones sindicales a unirse a las manifestaciones en el centro de la ciudad.
La más poderosa organización sindical, la Confederación general de los trabajadores del Líbano (CGTL) está controlada por los partidos de la oposición.
Varios miles de personas pasaron la noche en tiendas levantadas en el centro de la ciudad de Beirut a 150 metros de la colina del Grand Sérail, donde se encuentran el primer ministro, Fuad Siniora y miembros de su gobierno.
La noche del martes al miércoles estuvo en calma y no se señalaron incidentes. Riñas entre partidarios de la oposición y del gobierno, que tomaron la forma de una confrontación entre sunitas y chiitas, dejaron un muerto y una
quincena de heridos en los días anteriores.
De su lado, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, estimó ayer en El Cairo que había "una luz de esperanza" para un arreglo de la crisis en el Líbano. Indicó que las proposiciones que sometió a los responsables políticos
libaneses fueron "de manera general, acogidas favorablemente". Esas ideas "se refieren al tribunal internacional, la formación del
gobierno y la celebración de la conferencia Paris III para apoyar económicamente al Líbano", agregó.
Una conferencia de donantes, la tercera desde 2001, está prevista en Paris para fines de enero para obtener fondos para el Líbano.