INTERNACIONAL
Se profundiza la crisis poltica

Presidente de Pakistán declaró el estado de emergencia

Pervéz Musharraf optó por esta medida para combatir la insurrección islamista y las “interferencias” judiciales, se informó. La Corte ordenó la marcha atrás en la decisión. Fueron cortadas las líneas telefónicas y la tv privada.

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| AFP

Islamabad - El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, declaró hoy el estado de excepción para combatir la insurrección islamista y las injerencias judiciales, en un país inmerso en una profunda crisis política.

Según una copia del decreto presidencial obtenida por la agencia de noticias AFP, el presidente paquistaní achaca esta medida a la acción de los islamistas y las "interferencias" judiciales. "El jefe de las Fuerzas Armadas proclamó el estado de excepción en el país y ha adoptado disposiciones provisionales en el plano constitucional", declaró un asesor del jefe del Estado y del Ejército, general Musharraf, pidiendo que se respete su anonimato.

Musharraf, quien llegó al poder tras dar un golpe de Estado incruento en 1999, también suspendió la Constitución y nombró a un nuevo presidente del Tribunal Supremo, aunque el Parlamento y las asambleas provinciales seguirán funcionando, según las autoridades. La Corte Suprema de Pakistán ordenó la suspensión del estado de excepción, pero el gobierno hizo oídos sordos. "El decreto de excepción fue invalidado por siete miembros de la judicatura declarándolo ilegal y se prohíbe a todos los jueces de la Corte Suprema y la alta corte que presten juramento bajo un nuevo orden constitucional provisional", informó la televisión privada Geo.

En declaraciones a la AFP, un vocero gubernamental insistió en que este dictamen carece de efecto porque en el decreto se especifica que éste no puede ser contestado por ningún tribunal. El general Musharraf se dirigirá en un discurso a la nación hoy, aseguró el consejero. Entre tanto, la policía y tropas paramilitares acordonaron la sede del Tribunal Supremo en Islamabad, comprobó un periodista de la AFP.

Esta Corte debía emitir en los próximos días su veredicto sobre la validez de la reelección de Musharraf en las elecciones presidenciales del 6 octubre, en las que se impuso.

Dos camiones atestados de solados armados de las fuerzas paramilitares Rangers, dependientes del ministerio del Interior, y varias decenas de policías prohibían este sábado el acceso al Tribunal Supremo, cuyo presidente, Iftikhar Muhammad Chaudhry, férreo opositor a Musharraf, fue relevado de su cargo.

Según la cadena Geo, las autoridades paquistaníes detuvieron hoy a Aitzaz Ahsan, el principal abogado que puso en tela de juicio la reelección Musharraf. Se cortaron todas las líneas telefónicas móviles y terrestres y se interrumpieron las transmisiones de las televisiones privadas. Según un importante responsable que no quiere ser identificado, el estado de excepción fue adoptado hoy durante una reunión gubernamental.

Hace varios días ya que corrían rumores sobre una posible proclamación de medidas de excepción en caso de que la justicia decidiese invalidar la candidatura de Musharraf a las recientes elecciones. El mandato de Musharraf al frente del país concluye oficialmente el próximo 15 de noviembre.

La instauración del estado de excepción deja en el aire las elecciones legislativas previstas en enero de 2008. Estos comicios estaban considerados como una etapa crucial para el restablecimiento de la democracia en Pakistán, una potencia nuclear de 160 millones de musulmanes. Musharraf es un aliado de Estados Unidos en "su guerra contra el terrorismo" y su Ejército libra una lucha encarnizada contra los islamistas próximos de los talibanes y de Al Qaida en las zonas tribales fronterizas con Afganistán. Desde hace una semana sus hombres también combaten los extremistas en un nuevo frente: una zona noroccidental que en tiempos de paz era un paraíso turístico.

Desde julio, Pakistán sufre episodios de violencia sin precedentes. Unos veinte atentados suicidas, perpetrados por islamistas o atribuidos a este movimiento, ensangrentaron el país, con un saldo de 420 muertos. El peor atentado de toda la historia de Pakistán fue cometido el 18 de octubre en Karachi, horas después de la llegada a esta ciudad sureña de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto tras pasar ocho años en el exilio. Tras ausentarse unos días de Pakistán por motivos familiares, Bhutto regresó hoya Karachi, procedente de Dubai, dijo a la AFP su vocero en Londres.