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disputa por jerusalen

Protestas de baja intensidad y reacción diplomática de Palestina contra Trump

La ANP dice que se cruzó una “línea roja” y desconoce a EE.UU. como mediador en el conflicto. Por ahora, las movilizaciones callejeras son limitadas. Cuatro muertos en Gaza.

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Funeral. Militantes de la organización radical Hamas exhibieron ayer el cadáver de uno de los muertos por bombardeos israelíes. | AP
Por ahora, la reacción palestina contra la decisión de Donald Trump de considerar a Jerusalén como la capital de Israel se manifiesta con mayor intensidad en el ámbito de la diplomacia que en las calles. Pese al llamado de la organización radical Hamas a una nueva intifada, las protestas transcurren con un alcance limitado y no se vislumbra un estallido popular como el que auguraban los analistas.

Tras la violenta jornada del viernes, los choques entre manifestantes palestinos y policías israelíes se concentraron ayer en los barrios árabes de Jerusalén Este y en la emblemática Puerta de Damasco. Aunque los mayores disturbios tuvieron lugar en Cisjordania y en la Franja de Gaza, donde 135 palestinos resultaron heridos, 25 de ellos por armas de fuego.

En Gaza se registraron las cuatro víctimas mortales que se cobró hasta ahora esta nueva escalada del conflicto. Dos de ellos murieron durante los enfrentamientos del viernes con las Fuerzas Armadas israelíes; y otros dos, ambos militantes de Hamas, en bombardeos que la aviación de Israel ejecutó durante la madrugada contra posiciones del movimiento islamista en represalia por cohetes lanzados desde la Franja contra territorio israelí.

Pese a todo, la reacción popular no ha sido hasta ahora tan virulenta como se suponía. Factores humanos y geopolíticos explican la debilidad de las protestas. En primer lugar, el desgaste del pueblo palestino, aún apesadumbrado por los dos mil muertos que dejó la ofensiva israelí de 2014 en Gaza. Por otro lado, un estallido de violencia en la región no pareciera convenirle en este momento a Irán, aliado estratégico de Hamas, que por estos días se congratula por la derrota territorial de Estado Islámico y no tiene mucho que ganar con otro conflicto armado en puerta en su área de influencia.

Plantón. En cambio, la diplomacia palestina se ha mostrado hiperactiva en las últimas horas. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, rehusará reunirse próximamente con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, durante la visita que éste hará a la región a mediados de este mes. “Con esta decisión sobre Jerusalén, Estados Unidos ha traspasado todas las líneas rojas”, advirtió ayer Majdi Al Jalili, consejero diplomático de Abbas.

Para la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Estados Unidos está deslegitimado en el alicaído proceso de paz. El titular palestino de Exteriores, Riad Al Malki, advirtió ayer en El Cairo que Washington se ha convertido en parte del conflicto y, por lo tanto, ha dejado de ser un mediador válido.

Ayer, el vocero de la OLP, Xavi Abu Eid, reclamó a Europa que aproveche la reunión que los titulares europeos de Exteriores mantendrán con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el lunes próximo en Bruselas, para posicionarse sobre la decisión de Trump. Todos los actores involucrados son conscientes de que el eventual traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén será un proceso complejo que demoraría por lo menos dos años. En ese devenir, las presiones internacionales sobre Trump para que vuelva al status quo seguramente se harán sentir.

Netanyahu sale de gira
Tras su victoria diplomática en torno al tema Jerusalén, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, inició ayer un viaje oficial a Francia y Bélgica, donde se encontrará con las autoridades francesas y europeas. “Yo le doy gran importancia a Europa y respeto a Europa, pero no estoy preparado para aceptar dobles estándares”, advirtió antes de su partida, en alusión a posibles críticas de los ministros de Exteriores en torno a la polémica decisión de Donald Trump que Netanyahu celebra como propia. “Oigo voces que critican la declaración histórica del presidente Trump, pero no he oído ninguna condena del lanzamiento de cohetes contra Israel que siguió y de la terrible incitación a la violencia contra nosotros”, criticó Netanyahu, quien además de encabezar el gobierno de su país ocupa el puesto de ministro de Relaciones Exteriores.