AFP
París
“Responderemos golpe a golpe, estamos en guerra”, advirtió ayer el primer ministro de Francia, Manuel Valls, luego de que el grupo terrorista Estado Islámico (EI) se adjudicara la masacre terrorista cometida el viernes en París. “Vamos a actuar y a golpear a ese enemigo para destruirlo”, prometió Valls en alusión a EI, y aseguró que la respuesta bélica del estado francés será “del mismo nivel que el ataque” sufrido anteayer.
Miembro de la coalición internacional que actúa en Medio Oriente contra EI, Francia bombardea blancos en Irak desde hace más de un año y en Siria desde septiembre. El presidente galo, François Hollande, dejó ayer en claro que las operaciones militares contra el grupo yihadista no cesarán, sino que se intensificarán luego de la carnicería en París. Hollande calificó como un “acto de guerra” la matanza de civiles en la capital de su país, y aseguró que los atentados fueron “cometidos por Dáesh (acrónimo árabe de EI), organizados desde el exterior y con complicidades internas que establecerá la investigación de los hechos”.
El mandatario decretó tres días de duelo nacional en Francia, además del estado de emergencia, restableció estrictos controles en las fronteras y desplegó fuerzas de seguridad adicionales en París y en sitios estratégicos como el aeropuerto internacional Charles De Gaulle.
Hay cumbre. Pese a todo, el gobierno francés decidió mantener la cumbre del clima prevista desde el 30 de noviembre al 11 de diciembre con la presencia de más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, que se realizará con seguridad reforzada. El presidente estadounidense, Barack Obama, confirmó su asistencia al cónclave.
La reacción generada por la masacre fue inmediata y planetaria. El propio Obama fue uno de los primeros en expresar su solidaridad: citó en francés la divisa republicana francesa, Liberté, Egalité, Fraternité. No obstante, el presidente de Siria, Bashar Al Assad, cuya salida del poder es reclamada por París, se apartó de la ola de solidaridad global al acusar a Francia de haber contribuido a “la expansión del terrorismo” con su política en Siria. “Francia conoció ayer lo que nosotros vivimos en Siria desde hace cinco años”, disparó Al Assad.
Ayer, Valls fue más allá de su promesa de represalias y advirtió al pueblo francés que el país deberá estar preparado para nuevas “réplicas terroristas”. En una entrevista en el informativo de máxima audiencia del país, el de TF1, el premier sostuvo que “no habrá descanso para quienes atacan los valores” de Francia y resaltó que “la unidad es el mejor escudo” contra los terroristas.
El jefe del Gobierno negó que los servicios de inteligencia del país hayan fallado a la hora de prevenir los ataques, similares a los perpetrados en enero contra la revista Charlie Hebdo, pero anticipó más dureza contra imanes radicales que promueven la “guerra santa”, a quienes prometió expulsar del país.