Los servicios secretos rusos detuvieron a un presunto agente estadounidense de la CIA y lo entregaron a la embajada de Washington en Moscú, informó este martes la agencia de contrainteligencia del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB, ex-KGB), citado por agencias locales.
El agente, identificado como Ryan Christopher Fogle, que según las autoridades rusas trabajaba de incógnito desde su puesto de tercer secretario de la embajada, llevaba cuando fue detenido el lunes "material técnico e instrucciones escritas para reclutar a un ciudadano ruso", según las agencias.
Poco después de la detención de este presunto agente de la CIA, el ministerio de Relaciones Exteriores ruso informó que había convocado para el miércoles al embajador estadounidense Michael McFaul. "El embajador estadounidense fue convocado para este miércoles en el ministerio", afirmó a AFP una portavoz del ministerio.
Según FSB, Fogle transportaba "una gran suma de dinero y material para cambiar la apariencia de una persona". "Los servicios de inteligencia de Estados Unidos han intentado últimamente en varias ocasiones reclutar a personal de las fuerzas de seguridad y de los servicios especiales rusos", agregó.
Fotos publicadas por la televisión pública rusa muestran un documento titulado "Instrucciones impresas para los ciudadanos rusos que se recluten". "Estimado Amigo: Esto es un adelanto de alguien que está impresionado por su profesionalismo y que valoraría mucho que usted cooperase con nosotros en el futuro", indica el presunto documento que usó Fogle. Según este documento, el Gobierno estadounidense estaría dispuesto a pagar 100.000 dólares en el acto. "Además, ofrecemos hasta un millón al año por cooperación a largo plazo", afirma.
Este incidente se produce una semana después de que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, visitara Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin. El último escándalo de espionaje entre Rusia y Estados Unidos data de hace tres años, cuando Washington entregó a diez rusos acusados de espionaje a Moscú. A su vez, Rusia liberó a cuatro ciudadanos rusos que cumplían condena para trabajar para los servicios secretos norteamericanos.