Luego de tres semanas de suspensión, se reanudó esta mañana el juicio contra el ex presidente iraquí, Saddam Hussein, y sus colaboradores acusados de genocidio.
Ante el tribunal que lo juzga, Hussein, vestido con un traje de color oscuro, volvió hoy a proclamar que sigue siendo el presidente legítimo de ese país.
En medio de un diálogo entre el juez y su abogado defensor, Saddam los interrumpió para decir: "Sigo siendo el presidente de Irak porque no he sido expulsado por mi pueblo, sino por la ocupación americana".
Saddam, su primo Ali Hassan al-Majid -conocido como Ali el Químico-, y cinco ex comandantes, enfrentan acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por su rol en la campaña Anfal, entre 1987 y 1988, que el fiscal en jefe dijo que dejó un saldo de 182.000 personas muertas o desaparecidas.
La reanudación del caso sucede en el quinto aniversario de los ataques a las Torres Gemelas el 11 de septiembre y luego de que el pasado viernes el Senado de Estados Unidos presentara un informe donde constaba que no había relación entre Saddam y la red Al Qaeda, pese a los dichos del presidente George W. Bush.
Parte de las justificaciones de la invasión a Irak iniciada en marzo de 2003 realizadas por la administración Bush se basaban en los supuestos contactos entre por entonces presidente iraquí y Al Qaeda.