afp/ap/dpa desde Santiago
Con Michelle Bachelet como gran favorita, los chilenos irán hoy a las urnas para elegir a la sucesora del presidente Sebastián Piñera. La ex mandataria llega a esta segunda vuelta con una intención de voto de 63,7% a 66,3%, según una encuesta difundida esta semana por la Universidad de Santiago de Chile y la encuestadora Ipsos, la única disponible de cara al ballotage. Su rival, la candidata oficialista Evelyn Matthei, obtendría entre el 33,7% y el 36,3% de los sufragios.
En la primera vuelta del 17 de noviembre, Bachelet había alcanzado el 46,7%, contra el 25,02% de Matthei. A la ex jefa de Estado le faltó poco para la mitad más uno de los votos necesaria para evitar una segunda votación, en unos comicios marcados por una abstención de más del 50%. Sin embargo, la ventaja de más de veinte puntos porcentuales que logró sobre su competidora le restó sopresa a los comicios y la única duda ahora es por cuánto ganará en el ballotage.
Por primera vez desde que comenzó la campaña, ambas candidatas tuvieron oportunidad de interpelarse directamente el martes pasado, cuando protagonizaron el último de cuatro debates televisivos. Allí quedó expuesta la brecha política e ideológica que las separa. Bachelet se concentró en denunciar una “campaña del terror” del oficialismo contra su candidatura, mientras que la ex ministra de Trabajo de Piñera se dedicó a fustigar la gestión presidencial de su rival (2006-2010).
La candidata de Alianza criticó el modo en el que Bachelet abordó la catástrofe del terremoto y el tsunami de 2010, y la acusó de falta de liderazgo en momentos cruciales. Además, insistió en un argumento que los funcionarios de Piñera repiten con insistencia por estos días: que la caída de la inversión que se registra en Chile se debe a que el programa de Bachelet incluye una reforma tributaria y una nueva Constitución, lo que causaría temores a los empresarios.
La ex mandataria replicó que la actividad económica en el país empezó a caer varios meses antes de que ella lanzara formalmente su candidatura y regresara desde Nueva York, donde estaba a cargo del organismo ONU Mujeres.
En un polémico pasaje del debate, Matthei –hija de un general de la Fuerza Aérea que formó parte de la junta militar tras el golpe de Estado de 1973– rescató algunos aspectos de la dictadura de Augusto Pinochet, de cuya muerte se cumplieron siete años esta semana. “La figura de Pinochet es bien rara. Gracias a él no tuvimos guerra con Argentina y se hicieron los primeros programas sociales, pero es difícil apoyar que se cometieran atropellos”, declaró.
Uno de los ejes de la campaña de Bachelet, líder de la coalición Nueva Mayoría, fue la promesa de educación gratuita y de calidad, la principal bandera de las masivas protestas estudiantiles que jaquearon al gobierno de Piñera en 2012. La ex mandataria aseguró que los universitarios dejarán de pagar sus estudios “apenas esté aprobada la reforma tributaria” y afirmó que eso ocurrirá el año próximo, ya que su fuerza tiene los números necesarios para sacarla adelante en el Parlamento.
Cumplir con esa promesa será uno de los mayores desafíos de Bachelet, quien logró incorporar a su plataforma a algunos referentes estudiantiles como la ex vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, quien obtuvo una banca en Diputados.
La segunda gran apuesta de la ex jefa de Estado es la reforma constitucional para terminar con la Carta Magna aprobada bajo el régimen de Pinochet. El cambio incluiría, entre otras cosas, el fin del sistema binominal electoral en Chile. Si los pronósticos se cumplen, Bachelet reemplazará a Piñera.
Los que recuerdan a Pinochet
“A siete años de la muerte de Augusto Pinochet, el dictador aún tiene quien lo recuerde y homenajee en Chile. Esta semana se cumplió el séptimo aniversario de su fallecimiento, ocurrido el 10 de diciembre de 2006. Pinochet murió de un paro cardíaco a los 91 años, paradójicamente en la fecha en la que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos. En los últimos días, los diarios chilenos se llenaron de obituarios en su honor.
“Recordamos con cariño, admiración y agradecimiento al Capitán General don Augusto Pinochet Ugarte y nos solidarizamos con los oficiales y suboficiales que sirven injustamente condenas por haber cumplido con su deber”, firmó la “Mesa 11 de Septiembre” en un anuncio publicado en el diario El Mercurio, en el que se hace mención a los represores condenados por violaciones a los derechos humanos.
Por su parte, varias organizaciones de oficiales retirados ofrecieron plegarias por el alma del “estadista”, “Comandante en Jefe del Ejército” y “Presidente de la República” y agradecieron “la gran obra restauradora del país”.