INTERNACIONAL
espiral de violencia

Turquía sufrió el peor atentado de su historia: hay 95 muertos

Dos suicidas se inmolaron contra un acto opositor. No descartan que haya sido Estado Islámico, al que los pro kurdos acusan de connivencia con el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

Dantesco. Según las autoridades, hay “claras evidencias” de que las dos bombas fueron activadas por dos atacantes suicidas. El primer ministro dijo que por ahora no descartan ninguna hipótesis sobre l
| AFP

agencias
Ankara

En un clima de violencia política alarmante, y en plena campaña para las cruciales elecciones legislativas, Turquía sufrió ayer el ataque terrorista más letal de su historia: al menos 95 personas murieron y 246 resultaron heridas por un atentado contra una marcha de organizaciones de izquierda que se iba a celebrar en el centro de Ankara. Las autoridades turcas afirmaron que hay “claras evidencias” de que dos atacantes suicidas detonaron las dos explosiones que provocaron el desastre cerca de una estación de tren de la ciudad.
Al cierre de esta edición, ningún grupo se había adjudicado el ataque. “En la investigación se consideran todos los grupos terroristas”, aseguró el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y enumeró a la organización yihadista Estado Islámico (EI), la red Al Qaeda, el grupo armado kurdo Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y grupúsculos de la ultraizquierda de Turquía.
El acto político que se iba a celebrar había sido organizado por la oposición de izquierda al presidente Recep Tayyip Erdogan, bajo el lema “Por la paz, el trabajo y la democracia”, para protestar contra el creciente autoritarismo del gobierno del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan, y para reclamar un cese del fuego entre las fuerzas de seguridad turcas y el PKK.

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Matanza. Convocada por la Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios de Turquía (DISK), la manifestación había logrado la adhesión de buena parte del arco político opositor, desde el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP) –pro kurdo y el tercero con mayor representación parlamentaria– hasta los socialdemócratas del Partido Republicano del Pueblo. Pero a las diez de la mañana (hora local) se desató la matanza. “Escuchamos una explosión fuerte y luego otra más pequeña. Hubo un gran movimiento de pánico, y luego vimos cadáveres en la explanada de la estación”, relató Ahmet Onen, un jubilado de 52 años. Un par de horas después de las detonaciones, la escena era dantesca: decenas de cadáveres desparramados en el asfalto, cubiertos improvisadamente con las banderas que habían llevado a la marcha, entre restos de metralla y trozos de cuerpos humanos.

Aunque las autoridades no se inclinaron por ninguna hipótesis sobre la autoría del ataque, no es un dato menor el hecho de que muchos de los muertos pertenecían al espectro pro kurdo o de la izquierda turca. Además, el atentado de ayer guarda varias similitudes con otros dos cometidos por Estado Islámico en los últimos meses: el del 5 de junio contra un acto del HDP en la localidad kurda de Diyarbakir, que dejó cuatro fallecidos, y el del 20 de julio contra un encuentro de izquierda en Suruç, que provocó 33 muertes. Muchos kurdos acusan a Erdogan de una supuesta complicidad con EI y otros grupos yihadistas que intentan derrocar a Bashar al-Assad en Siria.

Poco después del atentado, el PKK kurdo anunció que cesará sus ataques hasta las elecciones legislativas del 1º de noviembre, aunque no hizo mención a la masacre de ayer. “Decretamos un período de inactividad de nuestras fuerzas de guerrilla y no se hará nada que pueda impedir una elección transparente”, señaló el grupo en un comunicado.

Este golpe a la estabilidad de Turquía se produjo tres semanas antes de unos cruciales comicios, que se celebrarán por adelantado tras el fracaso en la conformación de un gobierno luego de las elecciones de junio, que marcaron el fin de la mayoría absoluta del AKP después de 13 años en el poder. Desde entonces, el país entró en una espiral de violencia que crece al ritmo del hostigamiento contra las organizaciones kurdas y de los choques entre éstas y las fuerzas de seguridad. Mientras tanto, EI acecha.