La difusión de las imágenes de las cámaras de seguridad del Sofitel de Nueva York y otras revelaciones que publicó hoy la prensa francesa alimentan la teoría de un complot detrás del arresto por abusos sexuales del ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.
Según el diario Libération, al día siguiente del arresto de Strauss-Kahn mientras estaba por partir su vuelo hacia París, el vice fiscal de Nueva York, John McConnell, recibió dos llamados telefónicos desde la capital francesa vinculados con el caso, que llevaron al encierro del ex director del FMI en la carcel de Rikers Island.
Un llamado llegó del ministerio de Exteriores y otro del de Justicia, afirma el diario -según el cual tres fuentes independientes confirmaron este hecho- y sirvieron para informar la fiscalía estadounidense de algunas sospechas que pesaban sobre la vida sexual de Strauss-Kahn.
Es a causa de estas informaciones, escribe Libération, que los abogados de Strauss-Kahn, que habían obtenido de la fiscalía de Nueva York la promesa que su cliente sería liberado inmediatamente tras el pago de una caución de 250 mil dólares, se sorprendieron de que a último momento el acuerdo se suspendiera, y el ex director del FMI terminara en la cárcel.
Los ministerios involucrados en la noticia publicada por Libération, sin embargo, desmintieron categóricamente estas afirmaciones.
El vespertino Le Monde, por su parte, publicó hoy un reportaje en el que afirma que el presidente Nicolas Sarkozy estaba al corriente desde hace mucho tiempo de los detalles de la vida sexual de Strauss-Kahn, llegando incluso a preguntarle a un amigo de izquierda: "¿De veras la izquierda va a apoyar a un maníatico sexual?".
En otro artículo, el vespertino afirma que se está comenzando a precisar la identidad de la misteriosa mujer rubia que llegó con Strauss-Kahn al Sofitel a la 1.47 de la mañana del 14 de mayo, y que se fue del hotel a las 3.56, según se pudo reconstruir en base a las cámaras de seguridad del establecimiento.
Según el diario, Strauss-Kahn intentó disimular que estaba entrando en el hotel acompañado, yendo a la recepción solo mientras la mujer permanecía en el lobby del hotel, para reunirse con ella 20 segundos después, en el ascensor, manteniéndole la puerta abierta para que pudiera subir.
Video polémico. El canal de televisión informativo francés BFM-TV difundió ayer en exclusiva una serie de imagenes tomadas por las cámaras de seguridad del Hotel Sofitel el 14 de mayo, que relanzaron las polémicas sobre la posible existencia de un complot.
Las imágenes fueron tomadas horas antes de que Strauss-Kahn fuera detenido en el aeropuerto de Nueva York.
En las imágenes -sin sonido- se pueden reconstruir algunos hechos desde el momento en que Strauss Kahn salió del Sofitel y se subió a un taxi, a las 12.27 (hora local) hasta la llegada de la policía en respuesta al llamado de los responsables del hotel, a las 14.10.
Primero se ve al ex director del FMI cruzando el lobby del hotel, cargando su propio equipaje, acercándose al mostrador para pagar su cuenta y luego saliendo a la calle para subirse a un taxi: no se le nota ningún apuro o nerviosismo, si bien según Diallo había huido precipitadamente, tras agredirla sexualmente.
Luego llegan tres minutos de imágenes (de las 13.32 a las 13.35) tomadas en un corredor del Sofitel, frente a una oficina de seguridad del hotel, mientras un agente del establecimiento, Adrian Branch, llama por teléfono a la policía para denunciar que una de las empleadas del hotel denuncia haber sido víctima de "una agresión sexual".
Antes del llamado se ve a Diallo -que, señaló una periodista de BFM-TV, no parecía "ni conmocionada ni en lágrimas"- sentada tranquilamente en el corredor, y luego contándole a los encargados de seguridad la agresión que habría sufrido, mimando con ellos la situación.
Cuando Branch llama a la policía, el canal francés agregó la grabación efectuada por el número de emergencia, que corresponde exactamente con los gestos del empleado del Sofitel en las imágenes de las cámaras de seguridad.
En tercer lugar, se vio la grabación de los festejos de dos empleados del hotel -Brian Yearwood y Derrik May- que en uno de sus corredores se abrazan y chocan las manos, evidentemente alegres, antes de que May improvise unos pocos pasos de baile.
Estas imágenes fueron mencionadas por el periodista investigativo estadounidense Edward Jay Epstein, en un discutido artículo publicado por la New York Review of Books, para afirmar que la denuncia de Diallo había sido inventada, como parte de un complot urdido por Accor -la empresa francesa propietaria del Sofitel Nueva York- cuyo éxito fue celebrado por los empleados, como se puede ver en el video de seguridad.
Sin embargo, en el mismo momento en que transmitía en exclusiva las grabaciones de las cámaras de seguridad, BFM-TV agregaba al pie de las imágenes que Accor aclaró a la emisora que "la idea de que estos videos establezcan la implicación de Accor en un complot carece de sentido".
De hecho, la empresa indicó que lo que Epstein -que tuvo acceso a las grabaciones de seguridad- había descrito como tres minutos de festejos entre los dos empleados del hotel duran en realidad entre 8 y 13 segundos, y agregó que Yearwood y May estaban festejando otro acontecimiento, sin ninguna relación con el caso de Strauss-Kahn.
Esta discrepancia acerca del llamado "baile de alegría" llevó la misma New York Review of Books a tomar sus distancias de Epstein, publicando una corrección en su edición del 6 de diciembre.
Por su parte, el vespertino Le Monde, en su edición digital, estimó que en base a las imágenes "ningún elemento confirma la teoría del complot contra Strauss-Kahn, pero varias escenas resultan desconcertantes".