El presidente destituido de Honduras, Manuel Zelaya, pidió hoy la intervención urgente de la Cruz Roja Internacional ante lo que definió como la difusión de un gas tóxico en las cercanías de la embajada de Brasil, donde se encuentra refugiado.
"Nosotros estamos pidiendo que intervengan de manera inmediata los organismos de protección humana, como la Cruz Roja Internacional", dijo Zelaya a AFP por vía telefónica. " Han difundido un gas tóxico que los militares usan para evacuar a la gente, aquí hay sesenta personas todas ellas tratando de respirar en el patio", aseveró el gobernante, quien dijo que está usando una máscara antigas y pese a ello tiene la garganta reseca.
Un fotógrafo la agencia noticiosa que está dentro de la embajada confirmó haber visto a personas vomitando sangre, aunque sin poder determinar la causa de esos síntomas. Zelaya declaró: " hay gente vomitando y orinando sangre".
Un vocero de la Policía desmintió categóricamente el lanzamiento de cualquier gas. "Son mensajes falsos a la comunidad internacional. No veo como podríamos haber difundido productos químicos. Es una estrategia que utilizan para lograr atención, en momentos en que se reúne el Consejo de Seguridad" de la ONU, declaró.
Poco antes, en Nueva York, el Consejo de Seguridad pidió que cese el hostigamiento de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra refugiado Zelaya. El Consejo de Seguridad llamó "al gobierno de facto en Honduras a cesar de acosar a la embajada de Brasil y a suministrarle los insumos necesarios, incluyendo agua, electricidad, alimentos y continuidad de comunicaciones", dijo a la prensa la presidenta de turno de ese órgano, Susan Rice.
El pronunciamiento del Consejo fue el desenlace de una reunión convocada a pedido de Brasil, cuyo canciller Celso Amorim presentó un informe oral denunciando los "actos de hostigamiento" contra la sede diplomática.
"Los miembros del Consejo destacaron la necesidad de respetar el derecho internacional, preservando la inviolabilidad de la embajada de Brasil en Tegucigalpa" y de "garantizar la seguridad de los individuos en sus locales". Centenares de soldados y policías antimotines fuertemente armados rodean la embajada, situada en una céntrica zona de Tegucigalpa, donde el derrocado Zelaya permanece junto a seguidores y algunos miembros de su familia.
Rice destacó que "el Consejo de Seguridad llama a todas las partes a permanecer en calma y abstenerse de acciones que puedan provocar una escalada de la situación o que coloque a individuos en riesgo". Según Amorim, "la embajada ha estado virtualmente sitiada" desde el lunes pasado, cuando el presidente constitucional hondureño Manuel Zelaya halló refugio en ella tras ingresar de incógnito al país.
Fuente: AFP