Tras la polémica por la foto de la portada del periódico New York Post, en el que se ve a un hombre a punto de morir en las vías del subte de Nueva York, el fotógrafo que tomó las imágenes se defiende en una emotiva carta publicada hoy por el mismo diario que difundió la controvertida imagen.
“Yo estaba esperando el tren en el andén de metro de la calle 49 cuando de repente oí gente gritando. Por el altavoz se anunciaba que el convoy estaba llegando. Fuera de mi alcance vi un cuerpo volando por los aires”, relata Umar Abbasi, el fotógrafo que inmortalizó los últimos segundos de vida de Ki Suk Han, de 58 años, atropellado por el subte.
Y explicó lo mismo que ayer mismo había dicho el periódico -propiedad del magnate Rupert Murdoch- tras la polémica que generó en las redes sociales: “Disparé el flash para avisar al conductor”. A pesar de la polémica sobre la publicación de las fotos y por qué el fotógrafo no auxilió directamente al hombre en las vías, Abbasi insistió en que no pudo hacerlo y hasta juró no haber visto las fotos que sacó. “Ni siquiera sabía lo que había capturado”, expresó.
Y agregó: “Empecé a correr con la cámara hacia arriba y seguí disparando el flash, con la intención de avisar al conductor. No tenía ni idea de lo que estaba fotografiando. Yo estaba mirando al tren con la intención de que parara”. “Ver morir a esta persona ha sido una de las cosas más horribles que he visto en mi vida”, aseguró el reportero.
“Todo fue muy rápido -dice en la carta-, desde el momento en que oí los gritos hasta que chocó contra el hombre sólo pasaron unos 22 segundos. El tren le golpeó antes de que yo pudiera llegar, nadie intentó sacarlo y me atormenta cuando pienso en ello. Cuando conseguí llegar encontré al pobre hombre retorcido como una muñeca de trapo”.