El editor general de diario Clarín, Ricardo Kirschbaum, participó del programa de entrevistas Un mundo con Periodistas y dialogó con Pablo Marchetti sobre la situación actual del periodismo argentino y la histórica disputa del Gobierno nacional con el Grupo Clarín en torno a la Ley de Medios.
En el programa que se emite por Canal (á), el periodista entrevistado por Pablo Marchetti se refirió a la constante pelea entre el Gobierno y el multimedio: “Un medio sin independencia económica no es independiente. Clarín tiene un peso sobre la opinión pública, no sólo porque sea un medio grande o poderoso. Creo que este gobierno, que maneja en este momento el 80% de los medios en Argentina, no ha podido construir un periodismo creíble que no sea de propaganda”.
“Hemos tenido problemas con todos los gobiernos, Menem, Alfonsín, De la Rúa, Duhalde, pero ni en el peor momento de estos gobiernos nosotros no podíamos hacer nuestro trabajo”, lamentó. “Había reglas de juego, ellos nos criticaban pero nosotros pedíamos una audiencia con un tipo y el me recibía y después yo escribía lo que quería pero no había una orden a los voceros, a los ministros a que no hablen con Clarín”, se quejó el directivo.
Cuestionado sobre la Ley de Medios, Kirschbaum afirmó que “la Ley de Medios fue para Néstor Kirchner y el kirchnerismo una herramienta política de domesticación y de disciplina para los medios y periodistas, es inservible porque no contempla el futuro, no está internet”. “Fue creada para atacar a Clarín y tratar de destruirlo, todavía ese intento persiste”, denunció.
No obstante, el editor reconoció que el mercado periodístico necesita una Ley de Medios. “Se perdió una oportunidad de hacer una ley de medios razonable que contemple la modernidad, la diversidad que tanto le preocupa a Sabatella y que no lo cumple, y que no sea un instrumento de guerra sobre el periodismo”, fustigó.
“¿La Ley de Medios a quien favorece? A DirectTV, a la CNN y a todo medio, como las telefónicas por ejemplo, que puede estar presentes en todo el país y no son cuestionados porque políticamente no les conviene. Hay una contradicción bastante grande entre las propagandas de la Ley de Medios y los verdaderos objetivos”, cuestionó.