OPINIóN
Odio y tecnología

27 de Enero: Día de la Memoria de las Víctimas del Holocausto

Los contenidos y mensajes de odio están a un click de distancia, por eso se tiene que promover el uso responsable de las plataformas para vivir con menos violencia y evitar horrores.

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Horror. Fue una acción premeditada contra el pueblo judío. | cedoc

En cada oportunidad que tuvimos el placer de conversar con él, Jaim, un ser humano enorme física y espiritualmente, polaco sobreviviente de un campo de exterminio, nos contó con lujo de detalles, cómo había logrado escapar de una muerte segura y de las penurias y sufrimientos de él, los suyos y millones de personas que perecieron o fueron dramáticamente afectados por el resto de sus vidas por la maquinaria de tortura y degradación humana nazi. Con ya más de 90 años, pormenorizaba como había sido su vida, después de “zafar” arrojándose debajo de un tren repleto de pertrechos militares y explosivos, correr durante semanas y esconderse en el bosque comiendo raíces y llegar a la Rusia Comunista.

Un 27 de enero como hoy pero de 1945 se produjo la liberación por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. La ONU proclamó oficialmente esta fecha como el “Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto”. La Unesco rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia.

No obstante, aún hasta nuestros días los negacionistas del Holocausto y de la existencia de campos de exterminio se amparan en la utilización de la potente tecnología con la que convivimos y permanecemos hiperconectados. Mediante una creciente cantidad de dispositivos, recibimos andanadas de datos, contenidos y hasta teorías conspirativas que se multiplican y viralizan autogenerándose veracidad implícita.

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Aún hasta nuestros días los negacionistas del Holocausto y de la existencia de campos de exterminio se amparan en la utilización de la potente tecnología con la que convivimos 

Al escribir “holocausto” en la barra de búsqueda, Facebook ofrecía páginas que niegan el hecho histórico y sugiere links a personajes reconocidamente antisemitas y racistas. Ya en 2018 fuimos testigos de cómo el CEO y cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, defendió el derecho de quienes difunden el negacionismo a estar en Facebook. Se expresó en relación a lo "profundamente ofensivo de ese pensamiento”, pero rechazó que deban eliminarse las cuentas de quienes lo difunden. “No creo que estén en un error intencionalmente", dijo, amparándose finalmente en la libertad de expresión y la necesidad de no intervenir en los contenidos.

Aunque la empresa declaró que trabaja para limitar el contenido que incita al odio, la realidad parece demostrar lo contrario: las páginas o artículos con teorías conspirativas generan clics y tráfico, y Facebook en definitiva las ofrece a los anunciantes que publicitan sus productos en esta red social. Solo luego de la enorme presión de sendas organizaciones en todo el mundo, Facebook anunció un cambio en su política de contenidos relativos a publicaciones que "nieguen" o "minimicen" el Holocausto. Mark Zuckerberg habría cambiado de opinión tras ser notificado del enorme crecimiento del tráfico vinculado a violencia antisemita.

Los contenidos y mensajes de odio están a un click de distancia, las redes sociales y los servicios de mensajería desbordan de imágenes y textos que se pronuncian discriminatoriamente 

Facebook hizo saber que entre el final de 2020 y el inicio de 2021 iba a comenzar a rastrear palabras claves vinculadas con el Holocausto y el negacionismo, pero que solo lo iba a aplicar a la Shoá, no a otros genocidios como el ruandés o armenio.

Pero este argumento que Zuckerberg empleó durante los últimos años, sobre la libertad de expresión y el no intervencionismo, no se limita a Facebook, lamentablemente. Se ha extendido a otras plataformas, redes sociales, apps, foros, sitios que Google no filtra y que por el contrario proyecta y visibiliza. Las fake news, los contenidos falsos y distorsivos, tienen un 70% más de probabilidades de ser replicadas que las noticias verdaderas; se difunden viralmente mediante ‘bots’. Pero el problema no son los bots, son las personas. La novedad y las emociones que provocan son las claves de la viralización de las noticias falsas.

Los contenidos y mensajes de odio están a un click de distancia, las redes sociales y los servicios de mensajería desbordan de imágenes, audios, videos y textos que se pronuncian discriminatoriamente sobre el color de piel, orientación sexual, pensamiento político, religión, apariencia física, afinidad política y hasta simpatía futbolística. La tecnología debe ser un medio y las personas, instituciones y gobiernos los responsables de arbitrar las medidas para que fundados en la libertad de expresión no difundamos ni reproduzcamos el horror.

*Especialista en ciberseguridad, riesgo informático y de negocios. CEO de BTR Consulting.