OPINIóN
Historia política

Olympe De Gouges, una patriota perseguida

Fue la autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. Sus ideales y acciones tuvieron un punto final en 1793, cuando fue condenada a muerte por un tribunal revolucionario.

Olympe De Gouges 20201106
Olympe De Gouges | Cedoc Perfil

En la Revolución Francesa del siglo XVIII, las mujeres participaron activamente contra los convencionalismos de la vieja sociedad feudal. 

Cuando se hablaba de derechos, los intelectuales y los políticos pensaban en masculino, no se acordaban de los derechos de la mujer. Para ellos, la misión de la mujer estaba en el hogar para brindar su amor al hombre cuando éste volvía de lidiar con sus superiores por el pan de cada día.

Los tumultos de 1789 fueron desencadenados por el banquete que la guardia real le ofreció al rey, y por la escasez de pan en la capital, atribuida a los especuladores de la aristocracia. En el banquete, algunos de los invitados lucieron una escarapela negra en señal de luto por la monarquía.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En uno de esos días de octubre, una manifestación popular con fuerte presencia femenina parte de París, recorre 30 kilómetros y llega al Palacio de Versalles. Allí invaden el recinto de la asamblea provocando el pánico y luego obligan a la familia real a trasladarse al Palacio de las Tullerías, en la capital.

Acceso a los derechos de la mujer: lo que debería ser natural se presenta como un logro

De esta manera, los parisinos esperaban que Luis XVI, lejos de la influencia perniciosa de su frívola Corte, gobernara para su pueblo.

Con seguridad, entre esas mujeres revolucionarias se encontraba Marie Gouze, más conocida como Olympe de Gouges, nacida en la ciudad de Montalbán, Francia, el 7 de mayo de 1748, en el seno de una familia burguesa, casada con un hombre mayor quedó viuda y con un hijo.

Habiéndose trasladado a París para que su hijo estudiara en colegios prestigiosos, su inquietud por los problemas del país la llevó a conectarse con el mundo intelectual, emprender estudios literarios y filosóficos, relacionarse con prestigiosos intelectuales, escribir obras de teatro que fueron representadas en diversos lugares del país, entre las cuales figura “La esclavitud de los negros”, tan criticada por sectores vinculados al comercio con las colonias de ultramar, como defendida por los principales dirigentes del movimiento abolicionista.

Acerca de la esclavitud

Entusiasmada por el clima revolucionario que vivía el país, escribió numerosos artículos, manifiestos y discursos, entre los cuales el de mayor difusión fue la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), en la vereda de enfrente de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que sólo reconocía la condición de ciudadanía a los hombres y dejaba a las mujeres en una situación de inferioridad:

“La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y Ciudadanos deben participar en su formación personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos; todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que la de sus virtudes y sus talentos.

Nadie debe ser molestado por sus opiniones incluso fundamentales; si la mujer tiene el derecho de subir al cadalso, debe tener también igualmente el de subir a la Tribuna con tal que sus manifestaciones no alteren el orden público establecido por la Ley.

 

Olympe De Gouges 20201106

 

Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, las contribuciones de la mujer y del hombre son las mismas; ella participa en todas las prestaciones personales, en todas las tareas penosas, por lo tanto, debe participar en la distribución de los puestos, empleos, cargos, dignidades y otras actividades.”

Dominada por la pasión política, Olympe propuso la creación de maternidades, casas para desamparados, talleres para desocupados, un seguro para agricultores perjudicados por desastres climáticos, la distribución de tierras para ser cultivadas, un impuesto sobre el lujo desenfrenado, educación pública para mujeres y hombres, el voto de la mujer y su derecho a la participación en la vida pública.

El valor de los cuidados en la familia y la igualdad

Realizó planteos sobre la supresión del matrimonio y la instauración del divorcio, la idea de un contrato anual renovable firmado entre concubinos, el reconocimiento paterno de los niños nacidos fuera de matrimonio.

Apoyó en un principio la monarquía constitucional, luego defendió la causa republicana, se opuso a la condena a muerte de Luis XVI, partidaria de una monarquía moderada escribió panfletos contra las autoridades gobernantes, incluso estando encarcelada: “Olympe de Gouges en el Tribunal revolucionario" y "Una patriota perseguida".

Como resultado de un juicio sumario, en el que tuvo que defenderse sola de las acusaciones de contrarrevolucionaria, porque le impidieron disponer de un abogado, un tribunal revolucionario la condenó a muerte.

Olympe de Gouges fue ejecutada en la Place de la Concorde, en la ciudad de París, el 3 de noviembre de 1793, ante gentes ávidas de distracción. Tenía 45 años de edad y pasaba a formar parte de ese pasado en que unas pocas mujeres, por medio de sus ideas y acciones, se enfrentaron al conformismo de la mayoría de sus contemporáneos.