OPINIóN
Corea del Sur

El presidente surcoreano no renuncia y los manifestantes tampoco

Yoon Suk-Yeol dijo que defender su gestión “hasta el final” y justificó la ley marcial. Se dificulta su intento de recuperar legitimidad y mantenerse en el poder hasta 2027, cuando ganó las elecciones solamente por menos 1% de diferencia de votos.

El ejército de Corea del Sur ratificó la ley marcial
El ejército de Corea del Sur ratificó la ley marcial | AFP

La crisis política en Corea del Sur se agudiza. Luego de que el presidente Yoon Suk-Yeol declarara la Ley Marcial, que duró tan sólo seis horas, la oposición y los miles de manifestantes que resisten en las calles exigiendo su renuncia, no han logrado aún una salida democrática e institucional a la crisis desatada. El intento de juicio político fracasó porque no obtuvieron el quorum necesario en la Asamblea Nacional y las presiones hacia el presidente para que renuncie tampoco funcionaron.

Ayer el Yoon volvió a aparecer en los medios con un discurso desafiante donde dejó en claro que no se va a ir, va a defender su gestión “hasta el final” y justificó que la imposición de la ley marcial era necesaria para salvar la democracia y luchar contra los “antiestatales”.

Con una postura firme que pretende, no sé sabe cómo, recuperar legitimidad y mantenerse en el poder hasta 2027, la grieta se empieza a abrir entre los miembros del oficialismo. El líder del partido oficialista, el Partido del Poder Popular (PPP), afirmó que el presidente debía renunciar y, frente a su negativa, sugirió que apoyaría la moción parlamentaria que busca inhabilitarlo.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Conflicto en Corea del Sur: aseguran que, “se acerca una definición en las próximas horas”

Pero, ¿por qué al presidente Yoo se le ocurrió que era viable la Ley Marcial? ¿la represión era el camino para recuperar la baja popularidad de su gobierno? YoonSuk-Yeol llegó a la presidencia habiendo derrotado a su opositor por menos de un 1% de diferencia de votos. El electorado está claramente dividido y la oposición, a pesar de haber perdido las elecciones, cuenta con un caudal importante de ciudadanos que los apoyan desde el comienzo de su gobierno en 2022. A diferencia de su antecesor del partido democrático, Moon Jae-In, que es una figura reconocida de la política y del activismo por los derechos civiles, Yoon era un fiscal que se hizo conocido hace poco por “luchar contra la corrupción”. Su campaña electoral se centró en la corrupción, la “mano dura” hacia Corea del Norte y un discurso antifeminista que le ganó el apoyo de hombres jóvenes que aparentemente se sienten acosados por las denuncias de los movimientos de mujeres.

Los conservadorescomo Yoon, en contraposición al Partido Democrático, suelen sostener una política más confrontativa hacia el Norte y tienden a acusar a la oposición de “rojos” (comunistas)"

Ni la corrupción ni la política reticente hacia Corea del Norte son estrategias novedosas. Los conservadores, como Yoon, en contraposición al Partido Democrático, suelen sostener una política más confrontativa hacia el Norte y tienden a acusar a la oposición de “rojos” (comunistas). Desde esta perspectiva, quienes creen en el diálogo con el Norte son comunistas y ser comunistas es un insulto aceptado por amplios sectores de la población.

Desterrar la corrupción tampoco es una novedad. Sin embargo, la mayoría de los presidentes se han visto envueltos en escándalos de corrupción durante y luego de su gestión presidencial.

El anuncio de ley marcial en Corea del Sur hundió al won y las acciones de Samsung

La joven democracia surcoreana tiene un récord de denuncias y juicios por corrupción a sus ex presidentes, especialmente los conservadores, a quienes suele encarcelar y luego indultar. También hubo denuncias a familiares de ex presidentes del partido democrático por recibir ilegalmente dinero de los chaebol. Parece que ningún presidente se salva de la corrupción, Yoon tampoco. Su esposa fue recientemente acusada por aceptar sobornos.

Estas denuncias no parecen ser el motivo principal que llevó al presidente a declarar la Ley Marcial. Como ocurre con las “nuevas derechas”, Yoon no acepta las reglas de la democracia. Tiene minoría en el Congreso y, frente a no poder aprobar las leyes y presupuestos que desea, acusa a la oposición de “boicotear” y “paralizar” a su gobierno.

Parece que le cuesta entender que la democracia no es tiranía y la deliberación de leyes es clave para la vida democrática.Tampoco acepta que la ciudadanía expresó su descontento en las últimas elecciones legislativas.

Mientras Yoon resiste, los manifestantes también. El sábado 14, las protestas fueron más masivas y la oposición intentó conseguir los votos necesarios para destituirlo. Sea o no removido, los coreanos no dejarán que peligren sus derechos civiles ni humanos. Al avasallamiento a la democracia le han dicho un NO rotundo.

* Directora de la Diplomatura y la Maestría en Estudios Coreanos, Universidad del Salvador/Investigadora del CONICET