OPINIóN

La hora real de las buenas prácticas en igualdad, diversidad y género

El sector privado y no estatal debe dar un paso más allá en materia de igualdad, diversidad y género: igualar condiciones, desarticular asimetrías y escalas de tolerancia en las relaciones de poder, superar la cultura del silencio y avanzar hacia una innovación y una cultura del cambio organizacional.

Igualdad, diversidad y género
Igualdad, diversidad y género | Cedoc

El sector privado y no estatal debe dar un paso más allá en materia de igualdad, diversidad y género. Un paso que debe ser real en igualar condiciones, desarticular asimetrías y escalas de tolerancia en las relaciones de poder, superar la cultura del silencio y avanzar hacia una innovación y una cultura del cambio organizacional capaz de instaurar con éxito protocolos, códigos de ética y rendir cuentas de los esfuerzos meritorios para desarrollar un cambio positivo en el clima de trabajo o ambiente organizacional.

Esto es parte también del debate de buenas prácticas y políticas en materia de Derechos Humanos en las organizaciones. Hay en la organizaciones más grandes y pymes un Oficial de Cumplimiento de Integridad que además sume esta dimensión de trabajo? No siempre, es una tendencia nueva en expansión. Y si los hay, no hay un asistente de monitoreo normativo de este campo específico en relación a las prácticas laborales y las violencias dentro y fuera de la organización.

Esta tarea del Oficial de Cumplimiento de Integridad en organizaciones debe, en conjunto a sus asistentes, velar por superar todos los sesgos y malas prácticas anteriormente enunciadas pero además hacer ver que si hablamos de diversidad hablamos de algo mucho más abarcador a la perspectiva de género.

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Tres consejos para promover la diversidad y la inclusión en las empresas

La diversidad es también hablar de perfiles por edad, perspectivas generacionales, estudios y especialidades alcanzadas, personalidades dispares, personas con discapacidad, falta de motivación, burnout, es decir, atender junto al área de Recursos Humanos de modo estratégico y preventivo como puede darse el desarrollo profesional en la organización.

También, debe conocer y analizar la cadena de suministros con que la empresa opera para su habitual desarrollo intentando que no ocurra que los productos y servicios que adquiera se realicen con trabajo esclavo, trata de personas, explotación infantil ni cualquier otra forma de sumisión o humillación a personas.

Por esto, hemos transitado ya un prudente tiempo en democracia e ingresamos a una nueva década que espera que las organizaciones privadas y no estatales de una vez por todas respeten derechos individuales y sensibles mediante buenas prácticas en dónde la diversidad y la inclusión supongan realmente que el acoso laboral, los sesgos, la discriminación por cualquier causa, los techos y laberintos de cristal finalmente comiencen a desaparecer o sean hechos excepcionales. Dos buenas herramientas son la Ley Micaela y el convenio a entrar en vigencia de la OIT/190 en el mes de febrero para Argentina. 

Inclusión laboral: la historia de superación de Maxi Vulcano

Ampliemos la mirada, para tomar un caso veamos el proceso constituyente de Chile. En una nota publicada recientemente (el 2022/01/19 por Infobae y Red/Acción) ellos dan cuenta de una obra colectiva denominada Más que Juanitas y se preguntan hoy si se ¿Puede consagrar derechos sociales con perspectiva de género? Desde ya que sí, y van por: reconocer y redistribuir las labores de cuidados, reconocer y prevenir las diversas formas de violencia contra las mujeres, incorporar la participación efectiva de las mujeres en las políticas públicas, garantizar el acceso a la información a todas las mujeres, fortalecer los servicios públicos con enfoque de género, incorporar el principio de igualdad sustantiva y no discriminación, consagrar el derecho de acceso a la justicia con enfoque de género, fortalecer la inserción laboral femenina y combatir la precarización, asegurar derechos sexuales y reproductivos, garantizar el derecho de niñas y mujeres a una educación no sexista.

Parte del camino de las buenas prácticas corporativas en la región entonces debe ser acompañar estos procesos de cambios socio-políticos para que no haya sectores sociales aislados o islas respecto del cambio social y el estado de opinión.

Será parte del entrenamiento, la sensibilización, la educación y el ejemplo sortear las resistencias sectoriales o individuales, siempre impulsadas y direccionadas desde el compromiso y la disposición de recursos materiales y simbólicos asignados por parte del Alto Management y su Tone From The Top que también debe comenzar a estar integrado de modo diverso y plural.

 

Javier Adrián Cubillas. Analista de Asuntos Públicos.