OPINIóN
DÍA DE LA MUJER

Meditación sobre la igualdad de derechos

28_11_2021_logo_ideas_Perfil_Cordoba
. | Cedoc Perfil

No me gusta que me envíen felicitaciones por ese día, porque son etiquetas, rótulos que te colocan en una vitrina, sin ningún resultado positivo, sino que, te ubican en un papel que no es coherente con las luchas de los movimientos por la igualdad de derechos. Es un día para reflexionar sobre los derechos negados universalmente. No sucede así, en realidad, se está reafirmando socialmente un estereotipo que no es el que realmente se necesita en una lucha por los derechos. Las felicitaciones van con adjetivos como ser “las más bellas”, “las únicas capaces de pensar con el corazón”, “las flores del mundo”, “porque ellas traen vida”. Se les compra flores, bombones, salidas a cenar etc. Y todos estos actos solamente re-etiquetan el antiguo concepto de mantener la femineidad y de seguir demostrando que somos un grupo que necesita de un día mundial para reafirmarse social y legalmente. Muchas mujeres que hicieron historia nunca necesitaron estos distintivos. Se necesita más comprensión entre los géneros, entendimiento y ejemplos dignos de coherencia social y ética, además del apoyo de las leyes y decisiones gubernamentales, a esto debemos sumarle  la educación centrada en la dignidad de las personas y mejorar  oportunidades laborales en todo sentido, basadas en la capacidad eficiente de las féminas.

Ya de por sí tener un día especial para nosotras me hace sentir discriminada, etiquetada o rotulada, lo mismo que el día de la madre, etc. Estas conmemoraciones anuales las veo como cumplimientos para calmar una situación que está en plena ebullición.

No soy feminista ni antifeminista. Siempre aparecerán opiniones diferentes y eso hace más rica nuestra vida, mientras no dañemos a los demás.

Hablando con una amiga ella me dijo: “Nosotras hacemos lo que queremos con los hombres, ellos, al fin y al cabo, hacen lo que nosotros proponemos, pero que en realidad dirigimos sin que se den cuenta”. Lo dijo en el contexto de que ella educaba a sus hijas para ser directoras y ejecutoras dando órdenes a sus novios como si fueran sugerencias. Esa misma amiga, a quien quiero mucho y respeto sus ideas contrarias a las mías, me envió el 8 de Marzo un mensaje más inteligente que los demás, decía esto: “Con agradecimiento eterno a todas las mujeres que pelearon por los derechos que disfruto hoy y a los hombres que las acompañaron”, pero agregó “nos merecemos un día, pues los hombres tienen el resto del año”.

Las mujeres de medio mundo sufren aún grandes prohibiciones, ablaciones y horrorosas experiencias. No por eso debemos olvidar que ante una guerra ellas son las primeras en ser protegidas. En las leyes, tienen prioridad en la tenencia de los hijos, la mayoría de los cupos en magisterio son para ellas. Si se crean derechos exclusivos para la mujer no es para crear más discriminaciones. El fin de estos movimientos es la igualdad de derechos y oportunidades, sin olvidar que la igualdad de derechos traerá la igualdad de obligaciones.

No debemos crear antagonismos, antinomias entre géneros, ya tenemos suficientes, no deben ser ni parecer una venganza los pedidos de igualdad de derechos. Desde la antigüedad y desde nuestra niñez nos han enseñado y encasillado con muñecas y cuentos de hadas y no han sido los hombres, han sido las mujeres, madres, abuelas, tías, responsables también del machismo. Es el momento de que las madres y padres enseñen a sus hijos desde los primeros años, que ellos tienen que ser independientes, capaces y eficientes en la vida, dado que lo que se aprende en la familia es el principio que guiará nuestro futuro. La división de roles en la familia es necesaria, cualquiera sea el género de los hijos deben de tener en cuenta la igualdad desde la niñez en sus derechos y obligaciones y la gravedad de la discriminación en cualquiera de sus formas.

*Escritora.