La decisión política anunciada en el día de ayer por la compañera Cristina Fernández de Kirchner, describe su mirada estratégica y conceptual ante la gravísima situación política, económica y social que atraviesa nuestro país.
Hace largo tiempo que Cristina viene trabajando para consolidar la más amplia unidad, que sea capaz no solamente de derrotar en las elecciones de octubre al gobierno de Mauricio Macri, sino también de generar una estructura sólida para gobernar en los próximos años y sacar a nuestro país del feroz endeudamiento internacional, la pobreza y la indigencia a la que nos sometieron los grupos de poder, el FMI y las políticas de este gobierno.
No podemos perder de vista el contrapunto entre Macri, que intenta aferrarse al poder mientras todos los indicadores económicos y sociales muestran que una inmensa mayoría de la sociedad lo desaprueba, y por otro lado, Cristina, que es la dirigente con mayor cantidad de votos y que decide no encabezar la fórmula de nuestro espacio político, mostrando un gesto de grandeza, humildad y unidad poniendo siempre por delante a la patria.
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Están generadas las condiciones para que todas las personas que forman parte del movimiento peronista, se sumen a nuestro espacio nacional, popular y democrático que ya tiene fórmula presidencial con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Convocamos a que sigan sumándose cada vez más dirigentes para ampliar y fortalecer esta unidad que, sin dudas, será gobierno en octubre. Quien prefiera priorizar las divisiones y las diferencias por sobre la unidad, será juzgado por la historia como aquel que fue funcional a los intereses de los grupos concentrados de poder, el FMI y el gobierno de los EEUU.
Desde ayer se les quemaron todas las argumentaciones falaces e inverosímiles que trataron de construir los formadores de opinión de los grandes medios y los voceros del gobierno acerca de la figura de Cristina. Quizás ahora los primeros puedan dedicarse a narrar la verdad de lo que ocurre todos los días en nuestro país con el cierre de comercios y PyMES, la desocupación, el aumento de gente que vive en la calle, entre otros padecimientos que vive nuestro pueblo.
Quien prefiera priorizar las divisiones y las diferencias por sobre la unidad, será juzgado por la historia como aquel que fue funcional a los intereses de los grupos concentrados de poder, el FMI y el gobierno de los EEUU.
La gran tarea que tenemos por delante desde ahora hasta las elecciones es conversar, escuchar y dialogar para convencer de que podemos construir entre todos y todas un país con futuro. Debemos acordar un nuevo contrato social que nos permita retornar a un país con trabajo, producción, educación y salud. Este contrato lo tenemos que hacer entre los sectores sociales, políticos, sindicales, empresariales, pequeños y medianos empresarios, espacios de la agricultura familiar y una ciudadanía responsable que acompañe activamente. Compañeros y compañeras, a trabajar para ganar y gobernar.
*Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Diputado Nacional.
PM CP
