OPINIóN
doctrina nuclear de londres

Opiniones, posiciones y doctrinas

El 17 de abril, el Embajador Rafael Bielsa publicó un extenso, interesante y argumentado artículo para comentar y discutir otro publicado por mí el 20 de marzo. Ambos, en PERFIL. Aquí, mi respuesta.

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Malvinas. El arsenal nuclear británico no se encuentra presente en las islas, pero sí el convencional, y es una amenaza. | telam

Mi columna llamaba la atención acerca del sorprendente anuncio británico vinculado a la revisión de su doctrina militar nuclear. En resumen, en un documento oficial denominado “Estrategia Integrada de Política Exterior y Defensa” el Reino Unido planteó una nueva doctrina de defensa para los próximos años. Hay una cantidad importante de definiciones en dicho documento, entre las cuales yo me concentré en una: la expansión de su arsenal nuclear, de 215 a 260 cabezas nucleares. Ese hecho -y no otro- me motivó a escribir el artículo, en parte obviamente por mi especialidad y en parte porque -como lo afirmé- me parece a destacar que un país que viene de décadas de estabilidad en esa materia haya cambiado su doctrina histórica. 

En la nota, ofrezco una serie de argumentos que trato de fundar en evidencia -cosa que, justo es reconocerlo, Bielsa destaca- y llego a la conclusión de que esto puede constituirse en una “Caja de Pandora compleja y peligrosa”. Es decir que, más allá de los argumentos y la evidencia ofrecida, el artículo termina con una opinión clara que denota preocupación. Preocupación que aprovecho para ratificar ahora. 

Sin embargo, al ex Canciller argentino hay algo que parece incomodarle, y a ello me referiré, tratando de sostener un diálogo basado en argumentos, como corresponde. Y como Bielsa, por cierto, hace en su nota. 

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El Embajador manifiesta preocupación sobre lo que él denomina “un silencio que clama en cada línea” de mi artículo. Lo vitalista de la afirmación -digámoslo así- me permite concluir que a Bielsa le preocupa más lo que no digo que lo que digo. Y “lo que no digo” remite a dos temas -pero sobre todo a uno- a los que me referiré a continuación. 

Antes una aclaración: en una columna periodística el espacio es tirano. Uno tiene que elegir de qué va a hablar y -por lo tanto- de qué no. Obviamente se trata de elecciones subjetivas. Y evidentemente a Bielsa le hubiese gustado que yo escribiera de otras cosas. Dentro del indeseado pero inevitable límite de los 2500 caracteres yo elegí hablar de lo que me inquieta y me motivó a escribir: la preocupante expansión del arsenal nuclear de una potencia naval. Eso no significa que no haya otros temas que me inquieten, sino simplemente que no los puse ahí.

Dicho esto, me refiero a las dos preocupaciones del ex Canciller. En primer lugar, me “recuerda” que Argentina ha mantenido una posición histórica en favor del desarme y la No Proliferación. Me extraña realmente -y casi me incomoda- que escriba eso, dado que esa posición histórica ha sido enunciada públicamente por mí en los cuatro años en que me desempeñé como Subsecretario de Energía Nuclear en numerosos foros, aquí y en el exterior. Así que, como yo sí soy consciente de que él, siendo Canciller, defendió esa posición cuando tuvo que hacerlo, me satisface saber que coincidimos. Buen ejemplo de cómo la política nuclear argentina ha sido sostenida como una política de estado desde hace décadas, lo que sería bueno que no banalicemos en discusiones domésticas. 

El segundo “silencio que clama en cada línea” que le preocupa a Bielsa es Malvinas. Le sorprende al ex Canciller que yo no haga mención a nuestras islas, que el Reino Unido usurpa en el Atlántico Sur. Y esta mención me incomoda aún más, en primer lugar porque -nuevamente- he defendido en cada foro donde correspondía hacerlo, nuestros derechos soberanos e inalienables sobre las islas. 

Pero Bielsa termina el artículo planteando preocupación porque mi posición “podría anticipar un futuro en que se nos presente como beneficioso contemporizar y bendecir la posición de fuerza” británica. 

Estimado Embajador: no se desprende de ningún párrafo, letra o coma de mi columna que yo vaya alguna vez a pensar, decir o escribir eso. Con todo respeto, no me haga aclarar lo que no necesito aclarar. 

Es su opinión, respetable por supuesto, pero permítame calificarla como un exagerado “estiramiento conceptual”. ¿Por qué no hablo de Malvinas? Como le dije, porque a veces no se puede todo. Pero además porque el incremento del arsenal nuclear británico es un problema para el mundo, puede constituirse en un peligroso antecedente hacia el futuro y eso fue, si me permite, lo que quise puntualizar. 

El Atlántico Sur se encuentra amenazado por esta nueva doctrina, como parte del mundo. Pero, en particular, no lo está más o menos porque el Reino Unido pase de 215 a 260 cabezas nucleares, porque ya lo estaba con 215 y lo estará con 260. Ningún país de América Latina posee armas nucleares y nos hemos comprometido, a través del Tratado de Tlaltelolco, a no hacerlo. Así que un misil cargado es suficiente amenaza. 

Desde esa posición clara invito a que seamos rigurosos. El arsenal nuclear británico no está presente en el -ni orientado al- Atlántico Sur, como se desprende claramente del citado documento. Malvinas aparece -y de manera preocupante, por cierto- en otra sección del documento, no en la nuclear. Si no somos claros ni rigurosos en cuanto a la amenazas, corremos riesgo de perder credibilidad y legitimidad. Amenaza real a la paz y la estabilidad de la zona es el peligroso e ilegítimo arsenal convencional que el Reino Unido mantiene en las islas.  Injustificable, además, porque no hay del lado argentino tal vocación militarista. Ha sido denunciado, siempre y en todos los gobiernos, por nuestra Cancillería en numerosas oportunidades, con coherencia y constancia. La última, hace menos de un mes. 

Creo que en la medida en que no nos distraigamos en debates estériles, nuestra posición siempre será más fuerte y clara. Tanto en lo referido a nuestros derechos sobre las Islas del Atlántico Sur, como en materia de desarme y no proliferación nuclear.

Dicho esto, y sin perder la firmeza en mis opiniones, destaco el rigor y la calidad de los argumentos de la columna de Bielsa. Es estimulante sostener conversaciones de esa manera, incluso desde las diferencias.

*Ex Subsecretario de Energía Nuclear. Director del Programa de Estudios en Energía Nuclear e Innovación de la UNTreF, Profesor de la Universidad de San Andrés y miembro de la Fundación Argentina Global.