OPINIóN
Presupuesto 2022

Qué pasó

28_11_2021_logo_ideas_Perfil_Cordoba
. | Cedoc Perfil

Desde el 10 de diciembre soy senador nacional por la provincia de Tucumán, después de cuatro años de ser diputado nacional. He pasado por muchas sesiones en la Cámara baja. Los primeros años de mi gestión bajo la presidencia de Emilio Monzó, en el gobierno de Mauricio Macri y los últimos dos con la presidencia de Sergio Massa en el gobierno de Alberto Fernández. En ese período fui autor de tres leyes nacionales, y siempre obtuve esos logros dialogando. El consenso es mi forma de trabajar.

Si bien he sido solo uno más de los argentinos que vimos el debate por la televisión, me gustaría dar una opinión, de lo que se vivió en la Cámara de Diputados la semana pasada, cuando se intentó votar el Presupuesto 2022.

Los que hemos votado varios Presupuestos, sabemos que muchos de los datos que se plantean como proyecciones; de crecimiento, de inflación, de gasto público, suelen no cumplirse. También sabemos que eso nunca, al menos hasta ahora, ha sido un problema para votarlos. Basta revisar los pronósticos de inflación de los Presupuestos de la era Macri y los resultados que tuvieron.

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No es que en esos años los diputados hayamos confiado en los pronósticos y hoy no lo hagan. Para nada. Nunca fueron las estimaciones motivos suficientes para no votar el Presupuesto, una herramienta necesaria para ordenar el gasto y manejar el control del mismo.

Tampoco es verdad que en los años “del mejor equipo” no se haya “negociado” con los gobernadores para que los diputados acompañen el Presupuesto. La oposición le hizo un “flaco favor” a los gobernadores e intendentes, incluso rectores de universidades con el rechazo del Presupuesto. Los gobernadores e intendentes deberpab recorrer y volver a convencer a funcionarios de la “imperiosa necesidad” de sus obras planificadas, de sus recursos comprometidos.

Quiero aclarar a aquellos desprevenidos que uno puede votar una ley, el Presupuesto, o cualquier otra, en “general” afirmativamente. Y después en la votación en “particular” no acompañar aquellos artículos que uno no quiera. O, incluso, se puede modificar el texto de la ley en la sesión, sea para agregar artículos o retirar otros. Nunca fue todo o nada.

Este año, en particular, la votación “en general” positiva era un mensaje importante para los que nos miran desde afuera. Sobre todo, para los acreedores y los funcionarios del FMI, que hubieran preferido que el Gobierno debe resolver cómo pagarles la deuda de Macri, tuviera algún nivel de acuerdo parlamentario. Pero los que tomaron gran parte de la deuda, al parecer no van a hacer fácil para nada la negociación, tipo síndrome de Estocolmo inverso. Fantástico.

Dos últimos conceptos. Si bien el rol de un sector de Juntos por el Cambio no sorprende mucho, hay que recordar que estuvieron en contra de los barbijos, definieron a la pandemia como una “Infectadura”; criticaron las vacunas; desconocieron al Anmat y ningunearon a las vacunas “rusas” y a las “chinas”. Además, se opusieron a la priorización de la primera dosis, a la vacunación a niños, entre otras muchas “oposiciones constructivas”. Pero es más sorprendente que los diputados del bloque de Córdoba Federal, o los diputados del bloque Identidad Bonaerense, que no dudaron en votar Presupuestos en el gobierno de Macri se negaran incluso a volver a comisión el proyecto

¿Hoy ya no les importa ni el consenso ni el diálogo? Para finalizar, los que tenemos la experiencia de haber escuchado debates en el Congreso Nacional, o incluso los que los escuchan habitualmente por TV, quizás coincidan conmigo en que el cierre que hizo el presidente del Bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, no solo no fue tan “agresivo” –como se quiso instalar desde algún medio– justificando así que todos los opositores –desde la izquierda a la derecha, pasando por los cordobeses y bonaerenses indignados–, los radicales de todo tipo y hasta la coalición cívica y el PRO se unieran para votarlo en contra.

¿Qué dijo? Que algunos de los diputades, y los nombró de a uno, habían sido parte del gobierno de Mauricio Macri. Un dato cierto y comprobable, que fueron integrantes del “equipo” que habían tomado más de 40 mil millones de dólares de deuda externa. O sea que tenemos “opositores” que votaron junto a ex funcionarios que endeudaron al país. Los invito a que vuelvan a ver el discurso mencionado.

Entonces, ¿qué pasó?  Simplemente, una oposición atomizada que, por temor a la implosión interna, jugó a todo o nada. Y ésta vez “ganó”. Pero quiero arriesgar un final no tan feliz en esta historia para “los indignados del Presupuesto”. Lo veremos antes que tarde.

Nosotros debemos seguir gobernando.

* Senador nacional. Frente de Todos/ Tucumán.