#PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.
—Maquiavelo aconsejaba al príncipe, todo el mal junto y todo el bien de a poco; al revés, Jaime Duran Barba prescribe gradualismo en el mal. Si hoy volviese a enfrentarse a la misma situación que enfrentó en diciembre de 1994 y tuviera préstamos internacionales que le permitieran hacerlo con gradualismo, ¿lo volvería a hacer de la misma forma o cambiaría?
—En este nuevo escenario tendría que pensarlo más cuidadosamente. Para empezar, si hubiera tenido recursos financieros disponibles en caja, nuestro problema hubiera sido distinto, y las políticas hubieran sido distintas. No me atrevería a calificar la idea de gradualismo, o no gradualismo, simplemente las circunstancias eran distintas. Lo que ha pasado en Argentina es que hace dos años había otras circunstancias internacionales, pero sería difícil caracterizar lo que aquí han hecho como gradualismo. Lo que hizo el gobierno de Macri para arreglar la casa en los primeros meses no fue nada gradual, fue algo muy importante, fueron medidas difíciles de tomar, y sabemos que han sido exitosas. Entrar en la discusión de si fue o no fue gradualismo ya es un problema de semántica.
—Es una cuestión de grado.
—Lo que hizo el gobierno del presidente Macri fue valeroso y meritorio. Quizás al principio hubo suerte, pero la suerte también se hace. El haber tomado decisiones para que Argentina regresara a ser un miembro normal de la comunidad económica y financiera internacional se dice fácil. Arreglar distorsiones que se habían acumulado durante muchísimos años se dice fácil. Pero créame, habiendo estado en esos zapatos, me reiría si me dicen: “Eso fue gradual”. Yo le digo: “Siéntate aquí para que veas qué tan gradual fue”. Ahora pueden discutir si se tuvo que haber hecho más o menos. Todo el mundo es experto en el pasado. Las circunstancias del mundo están cambiando y con el mismo arrojo e inteligencia que ya se le vio al gobierno de Macri, estoy seguro de que van a solucionar la situación.
—Cuando usted dice que al principio hubo suerte, ¿se refiere a que hubo un financiamiento internacional barato que permitía amortiguar las consecuencias, y lo gradual fueron las consecuencias?
—Lo que pasa es que el financiamiento barato lo crearon las decisiones del Gobierno. Argentina estaba marginada, no había financiamiento para el país, punto. Lo hicieron posible las decisiones que tomó el gobierno del presidente Macri, y se tuvieron esos recursos. Por eso digo que la suerte también se hace.
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