Una nueva normativa emitida por el Banco Central (BCRA) despierta dudas y polémica entre especialistas en seguridad y bancarios, porque habilita a las entidades a prescindir de un sistema efectivo de respuesta a robos en cajeros automáticos: el dispositivo de alarma que es monitoreado por una central de Policía.
La comunicación A 6182 establece que “las unidades de servicios automáticas que, en sus caseteras donde se aloja el dinero, adopten un sistema de entintado de billetes podrán prescindir del vínculo de alarma policial, siempre que posean enlace con la central de monitoreo propia de la entidad, con atención permanente y comunicación con el organismo de seguridad o policial de la respectiva jurisdicción”.
La disposición aclara que las entidades que adopten este sistema “deberán incorporar cartelería disuasoria dando a conocer que cuentan con el mecanismo para desalentar la comisión de un delito”.
La Cámara de Empresas de Seguridad advirtió a PERFIL que estos cambios “afectan, de forma directa, la seguridad de los clientes” y aseguró que la modificación de la norma regulatoria no fue consensuada entre los bancarios.“La mayoría de los bancos se enteraron cuando salió la normativa porque no se realizó una consulta. Las cámaras bancarias tampoco estaban en conocimiento”, aseguró un vocero consultado por este diario.
En la cámara se indicó que no están “en contra” pero aclararon que debería ser una medida más. “El malestar es porque habilita a prescindir de la medida buena, que es el aviso a la Policía por la central de monitoreo”, enfatizaron.
La disposición causó sorpresa porque la seguridad en los bancos mejoró muchísimo en los últimos años con la inclusión de las nuevas tecnologías, cámaras en sucursales y cajeros, alarmas sísmicas y botones policiales.
Las últimas estadísticas reflejan una baja tasa de hechos delictivos. Según un informe del BCRA, publicado en febrero, en 2016 se contabilizaron 36 robos a bancos, entre ellos actos de vandalismo, golpes en carga de cajeros automáticos y a camión de caudales. Estos números reflejan una caída sostenida que, en el año 2001, llegó a su pico con 256 ataques a entidades bancarias.
Billetes manchados. Desde el BCRA explicaron a PERFIL que el sistema de entintado de billetes es una alternativa más y aclararon que “no es obligatorio”. Además, señalaron que hasta el momento ninguna entidad informó que esté utilizando este dispositivo.
Este sistema, que actualmente funciona en países de la región como Brasil, Chile y Paraguay, consiste “en instalar bombas de tinta en los cartuchos en los cajeros que, en caso de ser violentados, explotan y manchan el dinero”.
Especialistas en seguridad consultados también plantearon dudas sobre la efectividad del sistema. “La experiencia en otros países no ha sido buena porque tiene falencias. En algunos casos los billetes volvieron a circular y hasta fueron entregados por el mismo cajero automático”, destacaron.
Por si fuera poco, la incorporación de este dispositivo plantea un problema jurídico importante: el Código Penal, en el artículo 283, tipifica como delito cambiar el color de la moneda, con una pena de seis meses a tres años. “Ninguna entidad puede dictar una norma promoviendo un delito. Pintar un billete puede ser una tontería, pero seguro no se puede promover una norma promoviendo un delito. Es un delito y no es algo menor”, dijeron desde la cámara.
Proponen un centro de monitoreo para varias sucursales
La circular A 6182 del BCRA también permite el reemplazo del castillete por un recinto de seguridad blindado con circuito cerrado de televisión.
Esta norma apunta a sacar el personal policial del búnker que no tiene contacto visual con los delincuentes. Voceros de la Cámara de Empresas de Seguridad dijeron a PERFIL que lo que busca esta disposición “es poner a una persona a monitorear varias sucursales desde un centro de monitoreo”, advirtieron.
En la actualidad un policía adicional por sucursal se encarga de monitorear un promedio de cuarenta cámaras. En caso de que una entidad decida habilitar un recinto para controlar cinco bancos al mismo tiempo debería monitorear unas 200 pantallas.
Para los especialistas tanto la implementación del sistema de entintado en los cajeros como la central de monitoreo tienen como objetivo bajar los costos de la seguridad en los bancos.
“Reducir el gasto de la seguridad podría ser la explicación, pero no se entiende si es a costa de la seguridad pública. Además, estas medidas también afectan la seguridad del personal”, enfatizó un vocero consultado por este diario.