Los boqueteros no sólo se dedican a los bancos. Al menos dos delincuentes ingresaron al Museo de Arte Sacro de Tucumán a través de un agujero en el techo y robaron dos valiosas custodias de oro y plata. El museo permanecía cerrado desde el 30 de diciembre y las alarmas de seguridad no sonaron en ningún momento.
"Esta pérdida es tremenda para nosotros, son piezas irrecuperables", declaró la presidenta de la Fundación de Amigos del Museo de Arte Sacro de Tucumán, Elvira Frías Silva, al diario local La Gaceta. Fue ella quien descubrió el faltante de las obras y el agujero en el techo del museo, ubicado en calle Congreso de Tucumán 53 de la capital provincial.
Los elementos robados son una Custodia de oro que pertenece a la iglesia Catedral y una Custodia de plata que data del Siglo XVIII. "Son dos de las piezas más importantes del museo. Una es muy antigua, de la época jesuítica. Es muy preciosa y tiene apliques de oro", explicó Frías Silva. La otra, la de oro, tenía detalles de rubí, diamantes y otras piedras preciosas. Ambas eran utilizadas en las misas especiales.
El presidente del Consejo de Administración del Museo, Olegario Von Büren, realizó la denuncia ante la Policía. Personal de la Sección Robos y Hurtos, comenzó a trabajar en el caso, mientras los peritos de Criminalística buscaron huellas digitales y todo rastro que los ladrones pudieron haber dejado, informó La Gaceta.
Intentarán develar, entre otras incógnitas, por qué no sonaron las alarmas de cada una de las vitrinas, que sí se activaron en el momento en que se realizaban las pericias. Las autoridades del museo sospechan que el atraco pudo haber ocurrido en Año Nuevo, y que las alarmas pudieron haber sonado pero fueron cubiertas por los festejos.
La Policía no descarta que los objetos robados ya hayan sido sacados de la provincia, y que su destino final sea algún coleccionista de algún país europeo o de Estados Unidos. Las cámaras de seguridad permanecieron apagadas durante el receso de 12 días por falta de presupuesto, pero la Policía pedirá los videos de las semanas anteriores al robo para intentar encontrar algún sospechoso que haya observado con detenimiento el lugar.
