Los investigadores
sospechan de ex empleados del hombre que fueron despedidos
recientemente. La víctima se defendió como pudo. En el lugar de los hechos se encontraron
objetos de valor y dinero.
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Cedoc
Un empresario marplatense fue asesinado de un golpe en la cabeza en su distribuidora de artículos de limpieza, y los investigadores intentan determinar si el crimen está vinculado a una venganza por parte de algún empleado que había sido despedido recientemente.
Fuentes policiales dijeron que el hombre fallecido fue identificado como Marcelo Mendoza, de 37 años, quien fue encontrado por sus propios hijos en las oficinas ubicadas en Balcarce 5469 de la ciudad balnearia.
Los investigadores confirmaron que las causas de la muerte fueron como consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza provocado por algún objeto contundente que no fue hallado en la escena del crimen.
De acuerdo a las primeras investigaciones, el crimen se habría producido alrededor de las 18 de ayer y en principio tampoco está descartado que se haya tratado de un intento de robo.
Es que la Policía encontró aproximadamente 3.000 pesos en uno de los bolsillos de la víctima, como así también varios objetos de valor en el lugar que no fueron sustraídos.
¿Una venganza? La principal sospecha de los pesquisas es que en el homicidio puede estar vinculado algún ex empleado de la firma que fue recientemente despedido.
Lo que abona está hipótesis, según la Policía, es que ninguno de los accesos al lugar había sido violentados, por lo que se cree que Mendoza le abrió la puerta a alguien conocido que, luego, fue su asesino.
Mendoza era propietario de la firma Mundo Limpio, dedicada al abastecimiento de artículos de limpieza a salas de juego, principalmente bingos.
El crimen ocurrió en una vivienda que Mendoza había habilitado como depósito de mercadería y en uno de cuyos ambientes funcionaba su oficina.
Según trascendió, el comerciante tenía diez empleados que se desempeñan en horario matutino, de modo que al momento de ocurrir el hecho se hallaba sólo.
Mendoza se domiciliaba junto a su esposa y tres hijos -dos mellizos de 14 años y una niña de 6 años- en la ciudad de Sierra de los Padres.
Habitualmente la víctima terminaba sus actividades a media tarde y se dirigía a su domicilio, rutina que, al verse alterada ayer a la tarde, alarmó a su familia.
Hallazgo macabro. Tras una serie de llamados telefónicos infructuosos, un amigo de la familia y los mellizos concurrieron al depósito alrededor de las 18 y hallaron el cuerpo.
Al llegar, dichas personas observaron que la puerta de acceso estaba cerrada pero las luces se hallaban encendidas, de modo que saltaron una medianera y accedieron al inmueble.
Fuentes policiales indicaron que el cuerpo se encontraba en la oficina, la cual presentaba un gran desordenada como consecuencia de las escenas de lucha que Mendoza protagonizó con él o los agresores.
Algunos vecinos señalaron que escucharon "una explosión o detonación", circunstancia que, en principio, dio lugar a la versión de que Mendoza había sido asesinado de un balazo.
Se defendió. El jefe de la Policía Distrital, inspector Guillermo Britos, informó que el hecho "no parece encuadrarse en un homicidio en ocasión de robo porque se halló un celular y otros elementos de la víctima, que tenía dinero en el bolsillo".
Tras confirmar que Mendoza presentaba signos de haberse defendido, Britos indicó que "hay varios empleados que conocen toda la operatoria del comercio, hay gente que ha sido despedida hace poco".
En el lugar se hizo presente la fiscal Daniela Ledesma, efectivos de la comisaría cuarta y personal de la Policía Científica.
