POLICIA

Caso Juliá: ahora buscan pistas en Colombia

La Justicia en lo Penal Económico abrió esta semana una nueva línea de investigación tras el escaso éxito con la información enviada desde España.

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El juez en lo Penal Económico Alejandro Catania inició este lunes una línea de investigación en Colombia. El objetivo es dar con los ciudadanos de ese país que habrían sido quienes compraron y acondicionaron los asientos donde se escondieron los 944 kilos de cocaína que llevaron a España los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y Matías Miret, en un vuelo en enero pasado.

En ese sentido, el magistrado envió exhortos al juez penal de Bogotá con competencia en contrabando para que le informe sobre los titulares de una serie de números de teléfonos con los que se comunicaron los colombianos que están siendo investigados, informaron fuentes judiciales.

Esos acusados utilizaron teléfonos desde los cuales hicieron y recibieron llamadas de Colombia, pero los números fueron sacados con identidades falsas.

Por eso los investigadores locales buscar llegar a los nombres de los acusados a través de los teléfonos en Colombia, por lo que también le solicitaron a la Justicia de ese país las fotos de los titulares de las líneas en el caso que las tengan.

Así, se intenta avanzar en más partícipes del embarque de la droga y tratar de llegar a quienes fueron sus proveedores. El juez Catania, con la intervención del secretario Martín Castellano, detectó que los colombianos compraron en un negocio del barrio de Almagro los asientos de los pilotos, cuatro butacas y dos sofá-camas en los que fue oculta la droga.

También se realizaron entrecruzamientos de llamadas que arrojaron que los colombianos mantuvieron comunicaciones con los celulares de los Juliá en diciembre del año pasado, días antes de que los hermanos partieran de Ezeiza a Barcelona, España.

La Justicia de El Prat, en Barcelona, donde están detenidos desde enero los Juliá y Miret, le informó a su par argentino que la droga fue hallada en el avión dentro de los sofá-camas y de un armario.

Catania requiere más información de esa causa para poder avanzar con la pesquisa local, ya que lo enviado hasta el momento desde Barcelona no es suficiente, explicaron en los tribunales locales. El magistrado investiga si la droga fue cargada en el país, aunque hay fuertes sospechas de que fue subida en la base aérea de Morón, donde el avión estuvo unos dos meses antes de partir a Europa.

Los Juliá y Miret salieron el 1º de enero pasado desde Ezeiza rumbo a Barcelona en un Challenger 604 y fueron detenidos luego de que la Guardia Civil requisó el avión y halló 944 kilos de cocaína. Antes habrían hecho una escala de al menos dos horas en Cabo Verde, África, para cargar combustible.

Las sospechas recaen en la base aérea de Morón por la falta de controles en el lugar y de cámaras de seguridad, mientras se descarta al continente africano Africa como lugar de embarque porque el tiempo que estuvo la nave no alcanza para cargar una tonelada de droga de la manera en la que fue acondicionada.