Un hombre de 51 años y su hijo de 18 fueron detenidos hoy, acusados de encabezar una millonaria estafa contra empresas y personas a las que les cobraban bonos contribución que, según decían, eran destinados al hospital de pediatría Casa Cuna, aunque en realidad el dinero terminaba en sus bolsillos.
Según informaron a DyN fuentes policiales, los responsables de la maniobra habían comenzado a conformar la falsa mutual hace cuatro años, durante los cuales se alzaron con cifras "varias veces millonarias" y estafaron a miles de personas.
Las detenciones se concretaron esta tarde, cuando personal de la división Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal allanó una oficina situada en el primer piso de un edificio de la avenida Rivadavia 2890, en el barrio de Almagro.
En el lugar habían montado un call center en el que trabajaban unas 30 personas que se dedicaban llamar a empresas para pedir la contribución. Los empleados fueron demorados por la Policía pero serían ajenos a la maniobra, dijeron las fuentes consultadas, que indicaron que la investigación se inició a partir de la propia Casa Cuna.
Los detenidos habían conformado una falsa asociación a través de la cual habrían engañado a empresas y particulares a los que les pedían dinero invocando el nombre de la Casa Cuna. A través del call center se comunicaban con empresas a las que les requerían contribuciones no inferiores a los 100 pesos y si alguna accedía les enviaban un cobrador, razón por la cual resultó muy difícil localizar a los responsables, que, además, cambiaban de oficina cada cuatro o cinco meses para evitar ser descubiertos, explicaron los voceros.
Además, contrataban a promotores que se encargaban de embaucar a personas en la calle y en ese caso los bonos ofrecidos eran de 20 pesos, a cambio de lo cual otorgaban un comprobante de la ficticia mutual.
Cuando directivos del hospital se enteraron de que usaban la denominación de la institución para pedir dinero en su nombre, realizaron la denuncia que hoy derivó en las detenciones. Los arrestados quedaron a disposición del juez de instrucción en lo Criminal porteño Luis Zelaya y el fiscal Sandro Abraldes.
Fuente: DyN