Ya pasaron 166 días desde que Guadalupe Lucero Cialone (5) desapareció en la ciudad de San Luis, cuando jugaba con otros chicos en medio de un cumpleaños familiar, y nada se sabe de su destino, pese a los más de 400 operativos que se realizaron en estos cinco meses de investigación.
Lupe fue vista por última vez en la manzana H del barrio 544 Viviendas, en el sur de la ciudad de San Luis. Estaba en la vereda junto a otros niños cuando supuestamente apareció una mujer y se la llevó.
“Tomábamos chocolate adentro y ellas quisieron salir a la calle. Mi mamá salió a ponerle una campera (a Guadalupe) porque estaba frío. Mi sobrinita más chica, que tiene 3 años, entró y dijo ‘la Guada no está’, y mi mamá salió ahí nomás, pero todos pensando que estaba escondida”, recordó Georgina, la tía y madrina de la nena.
La última pista que recibieron los investigadores surgió en las últimas horas y motivó el despliegue de cerca de cuarenta efectivos policiales. Con un drone y tres perros rastreadores llegaron hasta los márgenes del río Quinto, en la zona de Justo Daract, en el límite con la provincia de Córdoba.
Los policías rastrillaron cerca de 1.500 metros durante cerca de seis horas, pero no encontraron indicios de la nena desaparecida. Trabajaron efectivos de la División Homicidios, de Investigaciones y Bomberos de la Policía y voluntarios de El Fortín.
Yamila Cialone, la mamá de Guadalupe, no pierde las esperanzas de encontrarla con vida. Casi todos los días comparte una foto de su hija en sus redes sociales para que nadie se olvide que una nena de apenas 5 años fue raptada. “La quiero de regreso conmigo. Viva se la llevaron y viva la quiero”, posteó esta semana en su cuenta de Facebook.
“La causa no se ha frenado. Que no se informe ante los medios no significa que dejen de buscar. No hay avances ya que no se encuentra al responsable o alguien que diga qué pasó esa tarde. Nadie habla”, dice a PERFIL la mamá de Guadalupe. Sobre las hipótesis que se investigan asegura que no sabe “qué creer”. “No hay nada cierto o certero”, afirma.
Guadalupe lleva más de cinco meses desaparecida. Desde que se inició la causa, hubo más de 400 operativos. Y no solo en la provincia de San Luis, también en Mendoza y Misiones. Sin embargo, los investigadores no obtuvieron una sola pista firme. No hay detenidos y menos sospechosos.
En septiembre pasado, los fiscales Marcelo Colombo y Alejandra Mánfano, titulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y el fiscal federal Leonel Gómez Barbella se sumaron a la investigación, pero hasta el momento no lograron develar el misterio sobre quién se llevó a Guadalupe.
La familia de la nena mantiene firme la ilusión de que la nena se encuentra con vida, aunque no hay ninguna hipótesis que tenga más fuerza que otra. Esa es la realidad. La que apunta a una red de “trata de personas”, por ejemplo, figura entre las posibilidades como la de un secuestro extorsivo o la que plantea un mensaje mafioso dirigido a la familia de la menor.
Por la falta de indicios, nadie se anima a descartar que los captores se hayan llevado a Guadalupe por error y que se trate de un ajuste de cuentas que salió mal. Siguiendo esa línea es que la policía realizó excavaciones en la zona donde la niña fue vista por última vez y buceó en arroyos y diques, aunque sin resultados hasta el momento.
Otra posibilidad es que haya sido víctima de un ataque sexual.
La pista narco, como otras tantas, también aparece en la lista, aunque esta línea perdió fuerza con el paso del tiempo.
Los padres no cuentan con antecedentes y además está demostrado que no tienen vínculos con ningún grupo criminal como para sospechar que la desaparición de la niña pueda tratarse de un mensaje mafioso dirigido a ellos.
Sobre la red de trata, no hay indicios concretos que sostengan esta teoría, más allá de algunas manifestaciones públicas realizadas por Susana Trimarco, figura emblemática de la lucha contra la trata de personas, la participación en la investigación de la Procuración de Trata y la denuncia de una mujer que fue víctima de una red, pero que no prosperó.
Una recompensa de 5 millones de pesos
La falta de datos elevó la recompensa de 2 a 5 millones de pesos. Sin embargo, la suba en el monto no trajo avances en la investigación.
A pocos días de la desaparición, el gobierno nacional dispuso 2 millones de pesos para quien aportara información sobre el paradero de Guadalupe.
El 2 de septiembre pasado se oficializó un incremento para quienes puedan aportar datos útiles para dar con el paradero de la nena de 5 años. En la resolución se indica que quienes “deseen suministrar información deberán comunicarse telefónicamente con el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia”, de la cartera a cargo de Frederic, “al número de acceso rápido 134”.
Se aclara, además, que el pago de la recompensa será realizado en el Ministerio de Seguridad, o en el lugar que designe esa cartera, “previo informe del representante de la autoridad interviniente sobre el mérito de la información brindada, preservando la identidad del aportante”.
En los últimos meses la familia fue recibida por distintas autoridades, entre ellas, el presidente Alberto Fernández.
El caso
◆ Guadalupe Lucero Cialone, de 5 años, desapareció el 14 de junio pasado en la ciudad de San Luis, cuando jugaba con otros nenes en medio de un cumpleaños familiar.
◆ La policía realizó más de 400 operativos pero hasta el momento no obtuvieron pistas sobre el paradero de la menor.
◆ En septiembre pasado, luego de un reclamo de la familia de la nena, se sumó a la investigación la Justicia Federal, pero hasta la fecha el paradero de la nena sigue siendo un misterio sin resolver. En cinco meses no hubo un solo detenido.