Cinco presos escapan de una cárcel de Bariloche después de hacer un boquete

La fuga de cinco presos de un penal provocó un escándalo en Bariloche y volvió a dejar en evidencia la vulnerabilidad y las fallas de seguridad que presentan muchas de las cárceles del país.
El caso ocurrió en la Unidad Penal III, que depende del Servicio Penitenciario de Río Negro. Los evadidos estaban alojados en el mismo pabellón y escaparon después de realizar un boquete en el techo. Con los cinco presos que escaparon ayer suman 22 los convictos que se fugaron en Río Negro
Fuentes penitenciarias identificaron a los escapistas como Sebastián Aravena, Esteban Baeza, Eduardo Laime, Víctor Fernández y Heriberto Miguel, todos ellos acusados por delitos graves.
Los presos se fugaron en medio de un conflicto sindical que mantienen los guardias penitenciarios, y que evidentemente habría repercutido en la seguridad del penal. No obstante, los investigadores analizan si los evadidos no contaron con la complicidad de algún empleado.
La directora del Penal, Marisol García, informó que el escape se produjo entre la una y las 7 de la mañana de ayer. Con hierros sacados de las camas, abrieron primero un boquete en el delgado cielorraso de yeso de un baño ubicado dentro de una celda. Una vez arriba, caminaron por el altillo hacia el frente del edificio para abrir otro hueco en la pared y saltar al patio externo, desde donde huyeron tras romper el cerco perimetral. En su recorrida de un boquete a otro, caminaron incluso por el techo de la Dirección del penal.
El ministro de Gobierno de Río Negro, Luis Di Giacomo, entendió que la conflictividad sindical generó “confusión” y tuvo algún grado de incidencia en la fuga, según publicó el sitio DeBariloche.com. Además, dijo que se está trabajando en “delimitar bien las responsabilidades”, pero que lo ocurrido “hace ver que cuestiones de orden sindical no pueden jugar tan livianamente en la seguridad”.
De todos modos, evitó críticas a la medida de fuerza del personal penitenciario, que comenzó bajo la modalidad de una “guardia mínima” tras el motín ocurrido el domingo en reclamo de mejoras laborales.